La Vinotinto Femenina ganó ante Uruguay sus dos partidos de la fecha FIFA, pero la derrota se sintió fuera del terreno de juego. Sonia O’Neill expresó en sus redes sociales un malestar interno, que puso en duda públicamente la estabilidad de las relaciones en el vestuario.
Más preocupante aún fue que más futbolistas aprovecharon la oportunidad para sumarse a la ola de valentía y expresar su descontento sobre el trato recibido por el cuerpo técnico, poniendo en tela de juicio la capacidad para manejar las problemáticas antes que se vuelvan crisis.
“Hay dos partes totalmente opuestas en cuanto al discurso que manejan. Pamela Conti plantea que hubo una norma que no se cumplió y O’Neill denuncia una situación irregular dentro del camerino, esto nos ilustra que las líneas de comunicación dentro de la selección están comprometidas a tal punto, que un conflicto que se resuelve a puertas cerradas está siendo conversación en el país”, reflexiona el psicólogo deportivo, Henry Sánchez.
Ramón Cristaldo, miembro de la Asociación Venezolana de Psicólogos del Deporte, también hace hincapié en la comunicación, un aspecto fundamental para el rendimiento deportivo.
“Siempre debe partir desde el respeto y asertividad. En el caso del entrenador, debe ser clara para evitar confusiones y que la mente del jugador se distraiga. Que tengan la confianza de poder acercarse, expresar sus inquietudes y sentirse escuchado, porque la motivación que siente un grupo parte de la autonomía de sentirse competentes, sentir el apoyo del líder”, expresa.
Quizás por eso, el comunicado de la que fuese psicóloga del proceso en 2022, Carla Barreto, llamó tanto la atención. En él, aseveraba que “no es normal que los integrantes de un equipo sientan temor para expresar sus opiniones, desempeñar su trabajo y funciones, no es normal que te hagan creer que no eres bueno solo por no apoyar algunos conceptos y sentirse completamente aislado cuando el objetivo no es el mismo”, dejando a entrever parte del clima que se vivió, o se vive, internamente.
“Hay que reconocer las alarmas. Poder comunicarte con confianza con el entrenador y este pueda mirar cómo están las tensiones antes de que lleguen al punto de quiebre. Pequeñas cosas que no se solucionan a la larga se ponen muy grandes y se descontrola todo, hay que atacar los detalles pequeños”, recomienda Cristaldo.
Cuando los códigos no escritos del fútbol se rompen
Pareciera entonces que la actitud de Sonia O’Neill parte de muchas situaciones que a las que no se les dio atención, aunque también se le puede reclamar haber buscado la exposición pública como mecanismo de desahogo.
“Somos seres humanos que tenemos reacciones donde no manejamos nuestras emociones y nos desborda algo en particular, venimos arrastrando estrés que nos lleva a explotar en un momento inadecuado o reprimiendo cosas que a la larga van creciendo, podemos cometer ese error, caer en discusión y romper lazos”, manifiesta Cristaldo.
“Existen códigos no escritos en los grupos deportivos que se van generando con la cohesión. A pesar que existan los egos, las trayectorias y las jerarquías, cuando el grupo está bien compenetrado, se entienden y aceptan. Cuando las cosas no marchan bien, cada uno empieza a establecer su propia opinión, aparecer subgrupos y ‘romper el camerino’”, agrega.
No obstante, para Sánchez, “en el mundo del fútbol, denunciar puede ser igual a quemar tu carrera, está mal visto. La pregunta que debemos hacernos en lo personal es: ¿Qué hay de malo en usar mi recurso de expresarme cuando todas las vías ya han sido agotadas? La respuesta será que no hay nada de malo. Ese mandato de callar es muy propio de la distancia al poder y la dificultad de encontrar un sitio si existen represalias. Si la situación es certera, no hay nada de condenable en exponer lo que no funciona”.
Por otra parte, Ramón Cristaldo cree que la credibilidad del líder, en este caso, la entrenadora italiana, estará en la manera en cómo maneje a partir de ahora este tipo de situaciones en pro del equipo.
“Hay veces donde el líder puede tener una reacción autoritaria: no escuchar las partes, generar más tensión, dañar el ambiente deportivo y en vez de solucionar, empeorar. También puede darse el caso de que sea negligente, pasar por alto la situación, hacer vista gorda y generar escenarios de injusticia, interpretando ellas que nadie toma las riendas y se pierda la concentración”, expone.
La realidad es que soluciones rápidas ocasionan más tensión, trayendo consigo bajo rendimiento deportivo, pues las futbolistas hacen mal sus activaciones y llegan las lesiones, faltas innecesarias y se rompa la planificación. Además, el poco bienestar en el grupo, desconcentración, ideas disruptivas y desorden daña todo.
La reconciliación es posible en la Vinotinto Femenina
“Hay que mirar qué norma rompió, ver si estaba enterada y qué consecuencias tuvo. Estos detalles son importantes para condenar la situación que está pasando”, asevera Cristaldo.
Es claro que este es uno de los momentos donde Pamela Conti está más expuesta públicamente, pero su atención debe estar principalmente a lo interno porque “no manejarlo bien probablemente pone en duda la capacidad de liderazgo, a la larga será una bola de nieve que va arrastrando y empeorando el trabajo”.
La capitana, Deyna Castellanos, recientemente se expresó para propiciar la reconciliación en la Vinotinto Femenina, haciendo que las partes se junten, algo que Cristaldo denomina como “el moderador de egos” para “bajar el conflicto por el bienestar de la tarea”.
“Lo idóneo es que se resuelva de manera interna. Establecer claramente cuáles son los motivos de molestia y de allí partir para encontrar un punto medio, con estrategias para que ese punto pueda resolverse, sin que la entrenadora pierda la autoridad pero que tampoco la deportista pierda su dignidad”, finaliza Sánchez.