Olivares demuestra su compromiso con Bravos tras un año desgastante en MLB

Andres Espinoza
Andres Espinoza
Prensa LVBP
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Edward Olivares nunca había disputado más de 53 juegos en una misma temporada de las Grandes Ligas, hasta que en 2023 su nuevo tope personal se convirtió en 107. El jardinero consumió más de 350 turnos con los Reales de Kansas City en la pasada temporada regular, lo que también lo llevó a registrar marcas personales en departamentos como jonrones (12) y carreras empujadas (36). Si había alguna excusa para no jugar en la Liga Venezolana de Béisbol Profesional en esta zafra 2023-2024, el caraqueño tenía la ideal, pero su compromiso con los Bravos de Margarita tuvo un mayor peso en la balanza.

Olivares, de 27 años de edad, no solo tomó la decisión de continuar jugando en el invierno, sino que además lo hizo desde las primeras semanas con la tropa isleña. Margarita ha tenido un comienzo de campaña con muchos altibajos, pero la presencia de figuras como el patrullero, con la suficiente jerarquía como para ilusionar a la organización con una remontada, mantiene a los Bravos como una divisa capaz de grandes cosas en lo que resta de la ronda regular.

«Estoy muy contento y emocionado de estar con el equipo», le comentó Olivares a Sello Deportivo. «Es un conjunto competitivo, que siempre lo entrega todo. Me recibieron muy bien, unidos, en familia, y eso es súper importante«.

La LVBP siempre está sobre la mesa

En sus primeros siete desafíos del vigente certamen, Olivares ha dejado en evidencia el talento que vieron los Reales para brindarle una ventana de juego más grande en 2023. Durante ese lapso, el guardabosques registró una línea ofensiva de .357/.379/.607, con tres dobles, dos triples y seis carreras remolcadas.

«Siempre digo que esta liga es muy buena. Cada vez que tenga la oportunidad de jugar voy a estar aquí compitiendo y mejorando mis habilidades. Para eso vengo para acá, para trabajar y ayudar al equipo a ganar», señaló.

Y además de pulir sus herramientas y continuar pujando en la búsqueda del primer título en la historia de la novena isleña, Olivares también disfruta de la camaradería que se ha creado en el clubhouse, que desde esta zafra está bajo las órdenes de José Moreno.

«La unión que hay me llamó mucho la atención«, explicó el ligamayorista. «El apoyo que se dan, ganando o perdiendo siempre están unidos».

Olivares y la reunión criolla en Kansas

A pesar de que no hubo muchos motivos deportivos para celebrar dentro de una organización de los Reales que se mantiene en reconstrucción y que perdió más de 100 compromisos este año, la cuadrilla venezolana en el equipo encontró la manera de sacar provecho de la oportunidad.

Además de Olivares, Kansas City también contó con otras piezas criollas como Maikel García, Salvador Pérez, Freddy Fermín y Carlos Hernández en su roster de este año.

«Hay muchos venezolanos. Somos muy unidos y nos apoyamos unos a los otros. Siempre compartimos. Salíamos a comer, hacíamos planes, la pasamos muy bien. Fue muy agradable y gracias a Dios todos tuvimos buenas temporadas», contó Olivares.

En sus 107 desafíos disputados en 2023 con los azules, el jardineo marcó un promedio de bateo de .263 y un respetable OPS de .769 puntos. La meta, indudablemente, es seguir incrementando su cantidad de encuentros en el máximo nivel en 2024, lo que para Olivares se resume en algo tan sencillo como «creer en el proceso«.

«Hay que seguir trabajando diariamente y creyendo en el proceso», comentó. «Hubo altos y bajos este año, pero terminamos fuertes y con salud, que es lo más importante. Logré mi marca personal de cuadrangulares y aprendí mucho. Siempre salgo a jugar, a competir, a dar lo mejor de mí y estoy muy contento por el año que tuve», cerró.

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