La presentación del recordado Humberto «Beto» Perdomo a Miguel Cabrera siempre vivirá en el recuerdo de los amantes del beisbol en Venezuela. «Allí viene El Muchacho de la Película», anunciaba el inolvidable narrador a los televidentes, cada vez que el de La Pedrera se aproximaba al cajón de bateo. Esa frase unida al estelar desempeño del pelotero, marcó a toda una generación de seguidores de la pelota.
Pero el paso del tiempo es inexorable. La voz del gran «Beto» se apagó hace algunos años y en 2023 dejaremos de contar hazañas de Cabrera sobre el terreno como pelotero activo. El mejor beisbolista venezolano de todos los tiempos guardará las herramientas que tantas alegrías dieron a sus connacionales para descansar sus maltrechas rodillas y espalda, cuando cumpla 40 años de edad y termine de disputar su temporada 21 en las Grandes Ligas.
«Yo pienso que será mi último año. Se siente un poco raro decir eso”, le admitió a Christina de Nicola de MLB.com, el lunes, previo a una gala benéfica de su fundación. «Pensé que nunca iba a decirlo, pero pienso que es hora decirle adiós al béisbol”.
La nostalgia embarga al recordar ese 20 de junio de 2003, cuando alineado como jardinero izquierdo y octavo bate conectó su primer jonrón como ligamayorista con los Marlins de Florida. Tenía 20 años de edad, fue su primer hit, en su primer juego en la Gran Carpa y sirvió para dejar en el terreno a los Mantarrayas de Tampa Bay 3-1. El inicio de un rodaje épico.
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El despegue hacia la estratósfera
En esa campaña de estreno en la Gran Carpa, Miguel Cabrera ganó su hasta ahora única Serie Mundial. Lo hizo en un plano estelar, pese a su juventud. Casi dos décadas después aún se escribe sobre el vuelacerca que le conectó a Roger Clemens en el cuarto juego del Clásico de Otoño. El «Cohete», considerado uno de los mejores lanzadores de todos los tiempos, presenciaba el despegue de Cabrera hacia alturas inimaginables.
«Fue un turno pitcheo a pitcheo. El primer envío fue una recta alta pegada, luego dos buenos splitters y al final me conectó una recta de dos costuras. Esa se suponía sería mi última apertura», describió Clemens sobre ese duelo al periodista Daniel Álvarez de El Extrabase, durante los Entrenamientos Primaverales del certamen 2022.
El batazo fue hacia la banda contraria. Desde allí, el aragüeño comenzó a dejar su marca de fábrica con grandes conexiones hacia la pradera derecha. Su personalidad se impuso en el escenario más demandante, frente a los todopoderosos Yanquis de Nueva York y al serpentinero con mayor cantidad de premios Cy Young en la historia, con siete.
Tigre por siempre
Miguel Cabrera zarpó de aguas floridianas hacia Detroit en 2008 para uniformarse con los Tigres. Una denominación en la que siempre encontró su hábitat, no solo en el Big Show, sino en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional, con sus Tigres de Aragua.
Antes de su llegada al estado de Michigan tuvo la oportunidad de participar en nueve zafras de la LVBP y se proclamó campeón en cuatro ocasiones, siempre como bengalí aragüeño. Su papel estaba claro: arribar para la parte final de la ronda eliminatoria, comandar el Round Robin y escribir con letras mayúsculas la mayor dinastía moderna de la pelota local moderna.
¿Una exhibición para el recuerdo en postemporada? La del 18 de enero de 2005, coronada con un grand slam en el octavo inning frente a Francisco «El Kid» Rodríguez vestido con piel de león para ese entonces como refuerzo. Con ese cuadrangular, Cabrera le dio vuelta a la pizarra que hasta ese momento perdía Tigres 6-8 y culminó su faena con siete carreras empujadas.
Los récords de Miguel Cabrera
Miguel Cabrera es el único venezolano con 500 jonrones y tres mil hits en las Grandes Ligas. Además, es solo uno de tres jugadores que a los guarismos antes mencionados, también suma 600 dobles. Solo Hank Aaron y Albert Pujols le acompañan en esa reducida lista.
12 veces convocado al Juego de Estrellas, en siete oportunidades ganador del Bate de Plata, en cinco ocasiones ganador al Premio Luis Aparicio, además de dos veces proclamado como Jugador Más Valioso de la Liga Americana. Es el último triple coronado de la Gran Carpa (2012) y en cuatro certámenes ha terminado como campeón de bateo.
Con esos pergaminos, pocos dudan que en 2028 ingresará al Salón de la Fama de Cooperstown durante su primera oportunidad. Un guion que solo él se encargó de escribir.
