A falta de cuatro Grandes Premios de Fórmula 1 ya se sabe quien es el campeón de la temporada 2023. Max Verstappen ha hecho una temporada casi perfecta y se ha enrumbado a su tercer titulo al hilo.
El neerlandés nacido en Bélgica no ha dejado para nadie esta temporada, y aunque se habla mucho del Red Bull que conduce, también para ganar es necesario demostrar habilidades al volante y mentales.
Es por esto que el diario El Mundo hizo una especie de radiografía en la que analizaron de qué está hecho Verstappen.
Lo primero que hay que recordar es que a sus 16 años fue campeón del mundo en karting KZ1 dónde ya daba señales de tenacidad y apenas 10 años después ya es un triplecampeón de Fórmula 1.
Su llegada a la máxima categoría fue un poco turbulenta y se ponía en duda su capacidad por la corta edad que tenía.
Los chances con Toro Rosso llegaron cuando apenas pisaba los 17 años, en 2014 se convirtió en el piloto más joven en la historia del deporte en participar en un fin de semana de carreras de Fórmula 1.
Y desde ahí su carrera siguió en ascenso, fue el piloto debutante del año en 2015, y ya para 2016 llegarían las primeras oportunidades con Red Bull y su primera carrera ganada.
Los analistas del deporte motor siempre cuentan que la determinación de Max ha sido fundamental para todo lo que ha logrado.
Pero siempre hay momentos difíciles en el deporte, y para Verstappen fue en el 2018 cuando tuvo una seguidilla de malos resultados, pero supo como salirse de eso sin temor.
“La mayoría de las críticas eran muy injustas, así que, por un momento me cansaron. Sé lo que puedo hacer. Simplemente, las cosas no estaban saliendo, así que estaba trabajando muy duro para que salieran. Solo necesitaba un descanso de la mala racha. No cambié nada en la forma en que me estaba preparando el fin de semana porque seguí creyendo en mí mismo”. Y ahí está la clave. Nunca perder el rumbo.
Para ese momento ya estaba supliendo otro campeón, Sebastián Vettel, pero parecía que no correría con la misma suerte. Sin embargo, ya tiene tres campeonatos mundiales en sus hombros.
Tras el tercer campeonato, Vettel también mostró palabras de elogio hacia Max: «Su coche es increíble, pero aún más lo es su trabajo. No cometió ni un error, así que no se le puede dar suficiente crédito», comentaba el cuatro veces campeón del mundo con Red Bull, quien además dijo que «hoy está Max. Estuvo Lewis. Estuve yo. Estuvo Mika (Hakkinen) en su momento, y estuvo Michael [(Schumacher), obviamente, durante mucho tiempo. Así que creo que es parte del deporte. Pero realmente hay que tener la suerte de ser testigo de cómo se hace la historia. Y lo que Max ha hecho este año es increíble».
Verstappen marcó la diferencia desde niño
Pero parece que siempre tuvo sus metas bien claras. Cuando su padre Jos Verstappen todavía competía en la F1, por allá en el 2002-2003, Max “no tenía problema para atreverse ante rivales de 11 años, porque desde el principio contaba con la velocidad, especialmente durante las dos o tres primeras vueltas, donde mostraba un nivel increíble. Siempre hizo la diferencia durante esos tramos iniciales”, contaba Koel Lemmens, propietario del circuito de Genk.
Otro recuerdo de la mentalidad de Verstappen llega por parte de Frits van Amersfoort, cuando Max paseaba por la Fórmula 3 Europea y de donde dio el salto a la máxima categoría. «Debido a una rotura previa del motor, Max fue penalizado con 10 posiciones en la parrilla, así que aunque firmó la pole tuvo que salir undécimo. En un F3 de aquellos días siempre era difícil adelantar, pero Max lo hizo como si dispusiera de 10 CV más que el resto y cruzó segundo la bandera a cuadros. Es algo que jamás olvidaré», contaba el fundador de la escudería Van Amersfoort Racing.
No se sabe que pasará en las próximas campañas, sin embargo Verstappen cuenta con el talento necesario para seguir ganando y a sus 26 años esto parece que será así.
«Espero que iguale los siete títulos de Michael y Lewis, aunque ahora mismo no sé, sinceramente, si tiene el hambre suficiente», concluye Van Amersfoort. «Cuando coincidí con él, hace una década, diría que sí, pero todos cambiamos cuando maduramos. Así que el único que conoce esta respuesta es el propio Max».
