La temporada pasada de Andrés Giménez dejó la mesa servida para una contienda 2023 en la que el venezolano pudiera incluso disputar el premio al Jugador Más Valioso de la Liga Americana. Pero luego de las primeras seis semanas del vigente campeonato, el camarero de los Guardianes de Cleveland ha tenido que enfrentarse a una realidad muy distinta, en la que sus números ofensivos son muy inferiores a lo que señalaban las proyecciones.
El sábado, Giménez sacudió un cuadrangular que impulsó la remontada de los Guardianes en el Progressive Field y el nativo de Barquisimeto confía en que esa pueda ser la conexión que marque un antes y un después en su campaña; cuando menos, el All-Star de 2022 espera que pueda servir para recuperar el ritmo en el cajón de bateo y que los resultados comiencen a cambiar para mejor.
Tras sus primeros 39 compromisos del año, Giménez registraba una línea ofensiva de .234/.303/.362, con siete dobles, un triple, tres jonrones y nueve carreras empujadas. No son cifras aterradoras, pero sí están muy por debajo de las que marcó el criollo en una zafra anterior en la que se estableció como uno de los pilares de su organización.
¿Prevalecerá el talento?
En esa excepcional temporada anterior, el larense sacudió para un promedio de .297, con 26 dobles, 17 bambinazos, 69 fletadas, 20 bases robadas y un OPS de .837 puntos en 146 desafíos. Fue su segunda campaña con el uniforme de Cleveland, luego de llegar vía cambio en la transacción que envió a Francisco Lindor y a su compatriota Carlos Carrasco a los Mets de Nueva York.
«Ha sido una batalla. Todo el mundo lo puede ver«, le comentó el paleador a la prensa norteamericana. «Pero, más importante, confío en mi talento y en mis habilidades, además de mi preparación y en el equipo que tenemos. Sé que voy a obtener mejores resultados«, añadió.
Hace algunas semanas, los Guardianes optaron por amarrar por un largo rato a su camarero estelar, al firmarlo a una extensión por siete años y 106.5 millones de dólares. Es común que los jugadores entren en rachas negativas después de acordar pactos de gran magnitud, pues suelen poner más presión sobre sus hombros con la necesidad de probar que fue la decisión correcta por parte de la divisa.
«Pienso que la clave es realmente comprender la situación. Es béisbol y es lo que pasa. Algunas veces temprano en la temporada y otras veces ocurre tarde en el año», indicó el talentoso jugador.
Despertar colectivo
No obstante, Giménez no es el único que ha presentado fallas en el clubhouse de los Guardianes en estas primeras de cambio. Las victorias como las del sábado, viniendo de atrás, no han sido tan frecuentes como el año pasado, cuando Cleveland estuvo entre los líderes en esa categoría.
«Siento que esto refleja un poco lo que somos y lo que podemos hacer», dijo Giménez sobre la remontada. «Es un buen recordatorio de lo que somos capaces de hacer y de la química que tenemos cuando las cosas nos están saliendo bien«.
A pesar de algunos inconvenientes, los dirigidos por Terry Francona llegaron a la jornada de este miércoles en la segunda posición de la división Central del joven circuito, con récord de 19-22 y a tres juegos y medio de distancia de los líderes Mellizos de Minnesota.
El bajo rendimiento general que han mostrado los equipos de la división en lo que va de torneo es un punto a favor para unos Guardianes que intentan alcanzar la postemporada por segundo año corrido.
«Nosotros sabemos que somos ese equipo, con ese tipo de química. Sabemos que podemos hacer esto durante el año. Algunas veces se pone un poco difícil poder demostrarlo, pero pienso que vamos a encontrar la manera de seguir probando que lo podemos hacer«, sentenció.