Las cabezas de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP) se reunirán este jueves 22 y hasta el viernes 23 de junio en Ciudad de Panamá para legislar la temporada 2023-2024. Aunque hay preacuerdos sobre ciertos temas, quedan asuntos por discutir. Uno de los más sensibles se relaciona con el hogar de Bravos de Margarita, un asunto espinoso al cual es imposible darle más largas cuando faltan cuatro meses para el inicio del torneo.
Dadas las circunstancias imperantes, hoy luce inviable el retorno de Bravos a su sede natural. El estadio Nueva Esparta de El Valle está tan desvencijado que, para hacerlo habitable, se requiere una inversión superior al millón de dólares. De momento, nadie se muestra dispuesto a costear ese gasto. Además de la destrucción del sistema de iluminación, el terreno también luce deteriorado, como consta en videos grabados recientemente. Se espera que en la Convención se tome una decisión definitiva, pero cunde el desaliento entre quienes creían factible la recuperación de Margarita como provincia de la LVBP.
Así las cosas, todo indica que Bravos seguirá siendo una franquicia errante. Una opción para la organización es permanecer en Macuto, estado La Guaira, como en las últimas dos temporadas. Otra alternativa es compartir el estadio José Bernardo Pérez de Valencia con los Navegantes del Magallanes. Bravos se alojó allí para el certamen 2020-2021. “Se están haciendo todas las gestiones con los gobiernos regional y nacional para ver si hay tiempo y recursos”, mencionó una voz autorizada. “Es tarde, pero todavía hay alguna posibilidad”.
¿20 0 21 de octubre arranca la LVBP?
La aprobación del calendario es otra materia de la Convención Anual Panamá 2023. Se ha propuesto que el próximo campeonato despegue entre el viernes 20 y el sábado 21 de octubre. Cada club disputará 56 compromisos, la misma cifra de la zafra 2022-2023. “Es lo que está planteado”, coincidieron dos fuentes oficiales.
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La mayoría de los equipos coinciden en aprobar una cuota de cinco importados, si bien hay impulsores de elevar esa cantidad. La Convención tendrá la última palabra, aunque se da como un hecho que serán cinco los forasteros durante la refriega 2023-2024.
Hay una proposición de instaurar en la LVBP una figura similar a la del Waivers de las Grandes Ligas. Mediante este mecanismo, peloteros que no caben en el roster principal deben ser ofrecidos a los otros elencos.
Durante la Jornada de Reflexión efectuada hace tres meses en Miami, Florida, los jefes de los ocho conjuntos consensuaron la preservación del formato de competencia. Se mantendrá, bajo los mismos términos de la temporada anterior, la serie de comodines para definir el quinto clasificado al Round Robin. Los elencos que terminen en el quinto y sexto lugar de la ronda eliminatoria se enfrentarán en una primera fase de postemporada. El ocupante de la quinta posición solo necesitará ganar un partido a efectos de apuntarse en el todos contra todos. Al sexto se le exigirá ganar dos batallas, siempre en territorio del quinto.
Hay unanimidad con respecto a incorporar al cuerpo legal de la LVBP las nuevas reglas aprobadas este año en Major League Baseball: el reloj para pitchers y bateadores, la restricción de virajes a las bases por parte de los lanzadores, aumentar el tamaño de las almohadillas y prohibir las formaciones defensivas extremas.
Hay entre los socios la voluntad de retomar el Programa Antidopaje, pero algunos directivos advierten la necesidad de echar números. La aplicación de este protocolo es costosa y su implementación, compleja. “Habrá que revisarlo bien”, apuntó un ejecutivo.