Pocos jugadores en las Grandes Ligas son tan respetados y queridos en cualquier recinto al que asisten como Salvador Pérez. Como un veterano de 12 temporadas en el mejor béisbol del mundo, el receptor de los Reales de Kansas City siempre se ha mantenido alejado de polémicas; y quizás más importante todavía, el venezolano suele llevar una contagiosa sonrisa a cualquier ciudad que visita. Es justamente por eso que lo vivido el sábado en el Guaranteed Rate Field de Chicago fue tan extraño.
Pérez, de 33 años de edad, sacudió un cuadrangular ante el lanzador Lucas Giolito de los Medias Blancas en el primer episodio de la faena sabatina y mientras corría las bases, el máscara hizo un gesto con la mano hacia el dugout de los locales, como pidiéndole a los jugadores del club que siguieran hablando. Sin embargo, el valenciano realizó la seña al mismo tiempo en el que mantenía su característica sonrisa en el rostro.
De cualquier forma, los aficionados de los patiblancos que estaban presentes en el estadio tomaron el gesto de manera ofensiva, por lo que comenzaron a abuchear a «Salvy» en la recta final de su recorrido hacia el plato. Asimismo, los fanáticos también castigaron a Pérez con silbidos cuando llegó su siguiente oportunidad de batear en el cuarto acto.
Juego entre amigos:
A pesar de que para muchos peloteros, en especial otros All-Star como Pérez, puede resultar normal escuchar abucheos durante las giras de sus clubes, para el criollo fue toda una eventualidad, pues nunca había ocurrido anteriormente en su larga trayectoria en la gran carpa. Peor aún, Pérez aseguró que todo se trató de un malentendido y que su intención nunca fue burlarse de los jugadores rivales o del conjunto.
Antes de conectar el bambinazo, Pérez logró aguantar el swing con la cuenta en 0-2, pero algunos peloteros en el dugout de los Medias Blancas comenzaron a gastarle bromas indicando que sí había completado el swing.
«Elvis Andrus, Billy Hamilton y Eloy Jiménez estaban hablando conmigo, diciendo como ‘swing, swing», explicó Pérez, en declaraciones recogidas por The Kansas City Star.
La reacción de los fanáticos no solo fue sorpresiva para el campeón de la Serie Mundial en 2015, sino también para sus compañeros e incluso para el umpire principal, que no entendía el motivo por el que el grupo de personas se metía con el siempre respetado Pérez.
«Esa fue mi primera vez«, confirmó el paleador sobre recibir silbidos. «Todo el mundo me preguntó al respecto. Incluso el umpire Phil (Cuzzi) detrás del plato me preguntó que por qué me abucheaban, que si no me conocían».
Fecha redonda:
La jornada empezó y terminó de gran manera para el careta en el cajón de bateo, pues se fue de 4-3, con un sencillo, un doble y el vuelacercas ante Giolito. Ahora, el capitán de los Reales registra un promedio vitalicio de .432 en 37 apariciones al plato en contra del diestro, junto con cuatro dobles y cinco jonrones.
En general, previo al encuentro del sábado, Pérez marcaba una línea ofensiva de .277/.320/.509 en 41 desafíos en la presente temporada. Justo antes del inicio de la actual contienda, el múltiple veces ganador del Guante de Oro fue nombrado de forma oficial como el capitán de la organización.
Al final, como alguien que no es fanático de la polémica y el conflicto, el carabobeño reiteró que no tiene ningún tipo de problema con los Medias Blancas o sus jugadores; por el contrario, muchos de ellos son amigos con los que Pérez suele bromear antes, durante y después de los encuentros.
«Ustedes saben cómo es Andrus. Le gusta hablar y siempre jugamos», indicó el receptor. «Es algo entre él y yo. Nada personal, nada con los Medias Blancas o los jugadores. Le gusta hablar y nos divertimos. Él hizo lo mismo cuando estuvo en Kansas City», cerró.