Pocas voces están tan autorizadas para hablar de bateo en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP) como la de Robert Pérez. Los números indican que es el jerarca de la ofensiva en la historia del circuito, por lo que cada palabra que lance sobre swings o movimientos con el bate, deben ser escuchados con especial atención.
Y, el actual coach de los Navegantes del Magallanes fue tan bueno en el plato, que entiende a la perfección que muchas veces el problema no está en las manos o en la mecánica en el plato. la mayoría de las veces es mental. Fue lo que concluyó sobre los slumps de Dennicher Carrasco y Diego Rincones.
Ambos peloteros, uno como importado y el otro al ser adquirido vía cambio, están llamados a ser productores de carreras en el buque de Miguel Cairo. Sin embargo, el dominicano apenas soltó dos hits en sus primeros 15 turnos mientras que el venezolano ligaba para .042 antes de iniciar la cuarta semana del certamen.
“Las cosas no le ha salido a ninguno, pero sabemos que van a batear. A veces solo trato de decirle a los peloteros que no piensen tanto, que no se concentren todo el tiempo en pararse en el plato y tratar de meter la pelota en las gradas”, afirmó Robert Pérez. “Sí les dejo claro que deben trabajar. Porque solo así se salen de las cosas malas”.
El domingo, antes de que Magallanes se midiera a los Tiburones de La Guaira en el estadio Universitario, Robert Pérez llamó y apartó a Dennicher Carrasco del grupo que practicaba bateo. La conversación entre ambos superó los 20 minutos y el extranjero solamente asentía con la cabeza. Esporádicamente soltaba un “sí” o una frase corta. El dialogo finalizó con un choque de puños.
No hay duda alguna de que la charla fue positiva. Carrasco conectó su primer jonrón en la LVBP con una imponente conexión que abandonó el terreno de juego por el lado derecho y que Danry Vásquez ni se molestó en perseguir. Ese día con dos carreras impulsadas y luego en Maracay sumó otras dos fletadas con un doble que llegó hasta la pared del jardín central.
Diego Rincones volvió a la alineación en el José Pérez Colmenares y largó su primer vuelacerca con el uniforme de Magallanes. Buen indicio para un toletero que bateó sobre .300 en tres de sus primeras cuatro campañas en la LVBP.
“A veces lo mejor que puede hacer un coach es recordarles que son buenos. Que si batearon en el pasado lo volverán a hacer. Eso le sube la confianza y los resultados empiezan a llegar”, expuso Robert Pérez. “Los detallitos del swing se los digo en pleno juego. Tengo la confianza de que van a producir”.
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Robert Pérez: “No enseño a batear”
Dentro de la alineación de Magallanes sobra talento y conocimiento. Por ejemplo, en la parte alta se encuentra José Peraza, un jugador con más de 2.000 turnos en las Grandes Ligas. Está Alberth Martínez, quizás el mejor bateador en la LVBP durante los últimos tres años y otros nombres como Renato Núñez, Carlos Rodríguez y Ángelo Castellanos, quienes viven presentes notables.
A ninguno de ellos les hace falta que nadie les diga cómo mover el madero sobre el plato. ni siquiera una leyenda como Robert Pérez que, pese a ser el máximo productor en la historia del circuito, entiende que en este nivel todos saben qué hacer.
“Claro, a veces noto algunos detalles en las manos, si se abre muchos o si quedan muy atrás, pero yo soy el tipo de coach que trato de subir la confianza”, expresó. “A ellos no los enseñaré a batear. Ya eso lo saben. Así que me enfoco en notar uno que otro detalle”.
Y el trabajo de Pérez promete ser todavía más sencillo. Próximamente llegará Luis Torrens, otro pelotero con experiencia en las Grandes Ligas. Luego se incorporará Carlos Pérez y más adelante Wilmer Flores, uno de los venezolanos con mejor actuación en las mayores este año.
“Por eso digo, ¿cómo le voy a enseñar a batear a ellos? Me enfoco en ver si reaccionan un poco tarde a la recta y se los digo. O si se abren mucho. Todos ellos ya han sido buenos en sus respectivas ligas, así que mi trabajo de mantenerlos tranquilos y con confianza”, cerró.