Este martes, Pablo Sandoval revivió una vez más la euforia que causaba en la década de 2010 en la Bahía de San Francisco. El Oracle Park se rindió a los pies de un jugador que causó vastas alegrías a sus fanáticos de los Gigantes. Es por eso que, este martes, todo el estadio ovacionó al eterno “Panda”, en lo que pudo ser su despedida.
Los Gigantes de San Francisco recibieron a los Atléticos de Oakland en un juego de exhibición. Y, aunque los de Bob Melvin no lograron una victoria, la fanaticada consiguió algo aún más valioso y emotivo: ver jugar una vez más a uno de sus grandes ídolos, quien conectó un hit de oro que quedará por siempre para el recuerdo.
El Panda está de vuelta en @OracleParkSF 🐼🧡 pic.twitter.com/gnKVSl7J9p
— SF Gigantes (@SFGigantes) March 27, 2024“Creo que es uno de los momentos más especiales de mi carrera”, dijo Sandoval a mlb.com. “No sé si fue mi último turno. Fue increíble. Dar ese hit fue importante para los fans. No para mí, sino para los fans”.
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Este 2024, Pablo Sandoval, a sus 37 años, recibió una nueva oportunidad en el béisbol organizado estadounidense y no con cualquier equipo, con los Gigantes. El acuerdo fue por un contrato de ligas menores con invitación a Spring Training, pero, actualmente, las opciones de mantenerse en el equipo grande son verdaderamente escasas.
San Francisco, recientemente, llegó a un acuerdo con el antesalista Matt Chapman que dejó prácticamente sin posibilidades a Sandoval de mantenerse en el roster de los Gigantes para el Día Inaugural. Por lo que este podría haber sido el último duelo del venezolano en el estadio de sus amores.
“Todo el mundo piensa que me estoy retirando”, precisó el oriundo de Puerto Cabello. “No es así. Voy a seguir jugando. Si tengo la oportunidad de ir a Sacramento, lo haré. Si no, pues no iré. Seguiré trabajando duro para volver”.
Sandoval regresó por más
Aunque su estado físico indicaba que ya la carrera del Panda había llegado a su fin, el venezolano tuvo un despertar inesperado que lo llevó a trabajar a tal nivel que recibió el llamado de San Francisco, aunque no veía acción en la gran carpa desde 2021.
“Jugará béisbol hasta que sea hora de decirle adiós a todo”, explicó el manager Bob Melvin. “Simplemente le gusta jugar. Tiene una pasión por el béisbol como pocos. Está en la jaula de bateo todo el día. Fildea rodadas el mayor tiempo posible. Se siente feliz jugando en el terreno. Entonces, se le hará difícil dejar de jugar”.
