Juan Carlos Torres dormía con su madre cuando a las 12 de la madrugada del 5 de enero recibió una llamada inesperada. Por fortuna, la comunicación no fue para dar una mala noticia, como suele ocurrir a tan altas horas de la noche. Era un integrante del departamento gerencial de Leones del Caracas, quien le contactó para ofrecerle trabajo.
La entrevista que concedió el receptor de 34 años a Efraín Zavarce, para IVC Networks, luego del quinto juego de la Gran Final 2022-2023, originó una de las historias más sentidas de la temporada. La de un hombre desempleado a lo largo de todo el certamen, que de repente, se ve siendo titular detrás del plato en un careo por el título.
El relato de Torres conecta con todos aquellas personas, que relacionadas al beisbol, o no, recibieron una oportunidad en el momento más oscuro. Para algunos, ese instante pudo haber sido luego de la perdida de un ser querido. Para otros, el anhelado regreso de la diáspora venezolana, al reencuentro con sus raíces, a lo que fueron, y quieren volver a ser. Y para algunos más, como para el careta, representó la posibilidad de llevar el sustento a su casa, gracias a lo que ha dedicado su vida entera.
Las palabras de Torres, conmueven por las lágrimas que le acompañaron, pero también por la realidad que reflejan. Quien no haya encontrado un refugio en su trabajo, es porque quizás no haya dado con el que logre hacerle sentir a plenitud. Y no hace falta ser el mejor pagado ni tampoco ser el más virtuoso para sentirse de esa manera.
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Juan Carlos Torres, el protagonista
La estadística dirá que Juan Carlos Torres se fue de 2-0 con par de boletos y una carrera anotada en la victoria de los capitalinos 7-2 contra Tiburones de La Guaira, en su primer desafío desde el inicio en toda la zafra. También los números indicarán que guio al pitcheo avileño a recibir solo seis hits en el encuentro.
«Lo más importante para mí y para él es que llame a un buen juego y el resto vendrá» dijo el coach de bateo Ramón Castro también a Zavarce, pero antes del inicio del compromiso. «Tuvimos una conversación, sabemos que él no ha agarrado muchos turnos, pero tiene experiencia en la liga. Tiene suficiente madurez para asumirlo. En situaciones así, siempre le digo a los muchachos que ellos no deben ser los héroes. Solo deben dejar que el juego fluya».
Y, realmente, Torres quizás no haya sido el héroe frecuente sobre un terreno que atrae todos los focos por su aporte con el madero. Pero sí se convirtió en uno más cotidiano, de aquellos que se encuentran todos los días en la calle.