Keibert Ruiz tenía estampada la marca de «receptor del futuro» desde el mismo momento en el que los Nacionales decidieron enviar a dos de sus piezas más importantes, Max Scherzer y Trea Turner, a los Dodgers en un cambio que estaba centrado en el venezolano para el alto mando de Washington. Pero esta semana, con una extensión de contrato por ocho años y 50 millones de dólares, el club lo hizo oficial.
Ruiz, de 24 años de edad, disputó 112 juegos con los capitalinos en 2022 y dejó una línea ofensiva de .251/.313/.360, con 22 dobles, siete cuadrangulares y 36 carreras remolcadas, al mismo tiempo en el que jugó una sólida defensa detrás del plato.
Como uno de los principales prospectos del béisbol hace tan solo un par de años, la expectativa en las oficinas de Washington es que el valenciano se convierta en uno de los mejores caretas de todas las Grandes Ligas eventualmente, por lo que amarrarlo cuando todavía resultaba accesible era una opción que los directivos del equipo no estaban dispuestos a dejar pasar.
Felicidad por todos lados
Tal como era de esperarse, la extensión fue motivo de alegría para Keibert Ruiz y toda su familia. Es la recompensa por todo el trabajo y los sacrificios. Pero ese contrato no solo llevó felicidad a la casa del máscara y a las oficinas de los Nacionales, sino también a cada rincón del clubhouse de los campeones de la Serie Mundial en 2019.
«Es increíble. El chico se lo merece«, señaló el lanzador Josiah Gray, quien llegó a los Nats en el mismo cambio desde los Dodgers, en declaraciones recogidas por MLB.com. «Creo que todos podemos ver lo duro que ha trabajado, lo bueno que es con la prensa y con nosotros en el clubhouse. Vemos el liderazgo que ha asumido este año. Yo quiero hacer eso también, así que estaré siguiendo sus pasos. Es calmado, tranquilo e intenta sacar lo mejor de ti como pitcher», añadió.
El sentimiento de Gray es compartido por el resto de los lanzadores del combinado, que se sienten cómodos trabajando con Keibert Ruiz a pesar de su corta edad y sus menos de 150 juegos de experiencia en el máximo nivel.
«Estoy ansioso por continuar construyendo nuestra relación», dijo el también serpentinero MacKenzie Gore. «Es genial saber quién será el receptor a largo plazo. Estamos en la misma página. Es un gran jugador y simplemente seguirá mejorando».
Un ejemplo a seguir
Asimismo, el receptor suplente de los Nacionales, el también joven Riley Adams, aseguró que la permanencia del criollo en el conjunto es positiva para todos, pues su forma de prepararse y de disputar cada compromiso sirve de motivación para el resto de sus compañeros.
«Ha sido genial. Me encanta compartir ideas con él, hablar del cuerpo de pitcheo, verlo trabajar en las jaulas. Es un jugador especial«, indicó Adams. «Me gusta ver su intensidad. Es divertido ver cómo era cuando llegó y cómo es ahora, en cuanto al liderazgo se refiere. La forma en la que toma control de las cosas allá afuera es algo que definitivamente admiro. Ambos estamos tratando de descifrar todo juntos y me encanta saber que yo lo respaldo y él también a mí», añadió.
Para muchos otros, como el zurdo Patrick Corbin, se trata de la voluntad que tiene Keibert Ruiz de aprender cada día, dejando atrás el estatus de gran promesa que todavía lo rodea.
«Es una parte muy importante de este equipo y estará aquí por un largo tiempo. Está dispuesto a aprender y la receptoría se trata de estar allí todos los días y aprender. Es un gran jugador y tiene todo para ser excelente«, explicó Corbin.
Sin embargo, es posible que nadie esté tan contento y orgulloso en el clubhouse de los Nacionales como su compatriota Ildemaro Vargas. El utility criollo, un líder natural con los Cardenales de Lara en el béisbol venezolano, reconoce con facilidad la autoridad que transmite el joven receptor.
«Es muy importante para los latinos y venezolanos ver el éxito y el trabajo que Keibert ha tenido en su carrera. Me siento feliz por él, porque se lo merece», contó Vargas. «Él ya es un joven líder. La receptoría es la posición más difícil, porque en un equipo con jóvenes peloteros que serán parte del futuro, el líder es muy importante».