Después de una emocionante participación en el Clásico Mundial de Béisbol con Venezuela, la mesa quedó servida para que Eugenio Suárez repitiera como uno de los baluartes principales en la alineación de los Marineros de Seattle, organización con la que se estrenó en 2022. Luego de 43 encuentros disputados en el presente torneo, el venezolano no ha podido encontrar el ritmo demoledor que lo convirtió en uno de los mejores sluggers del béisbol hace algunos años.
Pero las cosas pudieran estar por cambiar para mejor en el caso del nativo de Puerto Ordaz; de hecho, es discutible el hecho de que su evolución ya ha comenzado a mostrarse en esta última semana. Suárez ha dejado un grato sabor de boca en sus más recientes seis compromisos, gracias a algunos ajustes realizados tanto en la parte mecánica, como también en la mental.
«Cuando no estás obteniendo tus resultados, comienzas a pensar demasiado y eso es parte del problema«, le dijo el tercera base a MLB.com. «Cuando no tengo los resultados, me meto en problemas todo el tiempo porque empiezo a intentar demasiado. En los momentos en los que no estaba teniendo mis resultados, lo estaba haciendo con más fuerza», añadió.
Luz al final del túnel:
Suárez, de 31 años de edad, tiene de 21-5 en esta reciente gira de los Marineros, que continuará en Atlanta este fin de semana. El lunes, el criollo despachó un soberbio cuadrangular de 434 pies por el jardín central, una señal del ajuste que realizó con el posicionamiento de sus manos. Además, también cuenta con más boletos (siete) que ponches (seis), evidencia de su evolución mental.
«Pienso que nunca haces un ajuste para tratar de tener más poder«, indicó el mánager de los bucaneros, Scott Servais. «Nunca he visto que eso funcione. Hay bastante poder en ese bate. Existe una razón por la que ha conectado tantos jonrones a lo largo de su carrera y tiene la habilidad de poner la bola en el aire. No estaba colocando la bola en el aire con la fuerza con la que lo hemos visto en el pasado».
Desde el punto de vista mecánico, Suárez colocó sus manos más abajo en el bate. Eso también le ha permitido generar un contacto óptimo y llevar la bola al aire con más frecuencia, para mejorar su tasa de rodados del 40%, la más elevada para él desde 2016.
«Simplemente estoy relajando mis hombros un poco más, confiando en mí mismo y en mi cuerpo. Solo estoy intentando cubrir toda la zona de strike, no hacer swing a bolas malas, ver la pelota por más tiempo y conectarla con mi mejor swing. Pienso que eso ha sido clave en mis últimos juegos», explicó el antesalista.
Un cañonero por naturaleza:
Antes del cotejo del lunes, Suárez solo había conectado tres bambinazos en los primeros 37 duelos de Seattle en la presente campaña, por lo que proyectaba finalizar la campaña con apenas 13, una cifra muy por debajo de su mínimo en una contienda completa en las Grandes Ligas. Incluso durante la recortada zafra de la pandemia en 2020, «Geno» se las arregló para despachar 15 vuelacercas en 57 choques.
Y es que cuando se menciona que el veterano ha sido uno de los mejores sluggers de las mayores en tiempos recientes, no es una exageración en lo absoluto. Los 164 jonrones que registraba Suárez desde 2018 eran la segunda mayor cantidad en el béisbol, detrás de los 175 de la estrella de los Yankees de Nueva York, Aaron Judge.
«Más que cualquier jugador que tenemos, a mi parecer, él se mantiene uniforme«, contó Servais. «Pero ‘Geno’ está acostumbrando a conectar cuadrangulares y cuando ve que tiene más de 100 turnos y apenas registra tres o cuatro jonrones, o el número que sea, piensa como: ‘Está bien, necesito comenzar a producir».