Álvarez se enorgullece de su swing y los Mets de su presencia

Andres Espinoza
Andres Espinoza
Prensa MLB
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Francisco Álvarez estaba destinado a ser una estrella con los Mets de Nueva York desde muy temprano en su carrera y en el comienzo de su segunda temporada completa en las Grandes Ligas, el venezolano está llenando los zapatos que se esperaban. Con un swing compacto – y poderoso – además de una mejoría considerable en su desempeño detrás del plato, la joya continúa dando pasos agigantados hacia el estrellato con una organización que está en necesidad de un despertar inmediato.

«Estoy muy feliz porque mi swing está en su punto«, le comentó el máscara a la cadena SNY recientemente.

En sus primeros nueve desafíos del vigente torneo, Álvarez se las arregló para registrar una línea ofensiva de .281/.324/.469, con tres dobles, un jonrón y cuatro carreras remolcadas. Se trata de un inicio explosivo, tal como esperaba el alto mando de los neoyorquinos, encabezado por su nuevo dirigente Carlos Mendoza, quien asegura no estar sorprendido en lo absoluto por el sólido desempeño de su compatriota hasta los momentos.

«Lo vi desde los entrenamientos primaverales y en la temporada muerta», indicó Mendoza. «La forma en la que se preparó y en la que llegó al campamento. Lo duro que trabaja, lo involucrado que está con el cuerpo de lanzadores y lo mucho que se interesa en su juego ofensivo«, agregó.

La recompensa esperada para Álvarez

Todo ese trabajo fuerte y compromiso del que habla el mandamás se está viendo reflejado en el terreno de juego. Álvarez no solo se ha convertido rápidamente en una de las principales amenazas en la alineación de los metropolitanos, sino que los serpentineros del equipo cada vez parecen estar más cómodos con el nativo de Guatire en la receptoría.

«Es bueno verlo, no solo obtener los resultados, sino también los turnos. Este es un tipo que está dejando pasar pitcheos difíciles en cuentas favorables para los lanzadores», explicó Mendoza. «Cuando cae atrás en las cuentas encuentra la forma de regresar en ellas y llevarlas a 3-2 y luego, cuando recibe su envío, le hace un buen swing. Eso es bueno de ver. Así que esperemos que pueda mantener esta racha porque es un jugador talentoso».

Sin embargo, más allá de su buen arranque individual, Álvarez siente la presión de ver a su equipo tambaleante en estas primeras de cambio, después de que se convirtiera en una de las grandes decepciones de 2023, cuando se quedaron fuera de los playoffs a pesar de contar con la nómina más elevada de todas las mayores.

«Juego esto porque quiero ganar siempre. Y si estamos perdiendo, incluso si lo hago bien, excelente o perfecto en ocasiones», señaló el criollo mientras agitaba la cabeza. «No es lo que quiero. Si no ganamos tengo esa sensación mala en el corazón», añadió.

Inicio complejo de Mendoza

Antes de la jornada de este martes, los Mets de Mendoza tenían marca negativa de 4-6, aunque habían ganado sus últimas dos pruebas. El larense fue contratado después de servir en las últimas contiendas como el coach de banca de los vecinos Yankees de Nueva York.

Mendoza tomó el lugar del experimentado Buck Showalter, quien nunca pudo encontrar el camino correcto con los residentes de Queens en el que inició como un torneo promisorio para el club el año pasado, tras la enorme inversión de dinero que realizó en la plantilla el propietario Steve Cohen.

Pese al lento arranque, el estratega venezolano parece haber comenzado a desarrollar su plan de juego en una difícil división Este de la Liga Nacional, en la que los favoritos indiscutibles son los Bravos de Atlanta, seguidos de cerca por unos Filis de Filadelfia que eliminaron a la tropa de Ronald Acuña Jr. en la postemporada de 2023.

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