Luis Torrens ha sido uno de los principales baluartes de los Tiburones de La Guaira en lo que va del 2024. Luego de ser tomado como refuerzo en el sorteo realizado previo al inicio del todos contra todos, el receptor se ha convertido en una figura esencial para el mánager Oswaldo Guillén, tanto en el cajón de bateo como también detrás del plato. Por eso, quizás pocos peloteros estén en mejor posición para ofrecer su punto de vista de lo que ha sido un modesto desempeño ofensivo de los escualos en la Serie del Caribe hasta ahora que uno de los hombres que ha visto a la artillería en su máximo esplendor.
Venezuela no había podido fabricar más de tres anotaciones en ninguno de sus primeros tres desafíos de la competición caribeña de este año, a pesar de que logró sumar triunfos en los dos duelos iniciales; sin embargo, la falta de producción con el madero terminó pasando factura en el tercer choque, frente a la representación de Puerto Rico, en el que una gran cantidad de hombres dejados en las bases derivó en un revés por marcador de 6-2. Y hasta el séptimo capítulo del cuarto desafío del torneo el lunes, la historia parecía repetirse, con unos Tiburones que no pudieron pisar la registradora en ninguno de los primeros seis innings contra México.
LUIS TORRENS BARRE LAS BASES 💥💥
Presentado por @sellatuparleyy
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— BeisbolPlay (@beisbolplaycom) February 5, 2024Allí llegó la explosión ofensiva que tanto esperaba Guillén, su cuerpo técnico y la fanaticada criolla, que estaba acostumbrada a ver a una toletería salada que era una amenaza con bates en mano. La Guaira anotó seis veces en el séptimo acto y la guinda al pastel fue un doble que barrió las bases por parte de Torrens. Al final, Venezuela consiguió su tercer lauro de la Serie del Caribe gracias a ese «rally» que renovó las esperanzas de la afición con respecto a la capacidad de sus muchachos de castigar a los rivales.
«En los primeros juegos fue el pitcheo el que nos había respondido», recordó Torrens en declaraciones durante la rueda de prensa tras el duelo con los Naranjeros. «Así es el béisbol también, no siempre es el bateo el que va a estar allí. Los brazos han sido fundamentales en este comienzo del torneo y gracias a Dios en el séptimo inning pudimos tener ese ‘rally’ de varias carreras. Esperemos continuar ese buen momento para seguir sumando victorias», agregó.
Un peso menos sobre los hombros
El doble que remolcó las últimas tres carreras de Venezuela en dicho compromiso fue apenas el segundo imparable para Torrens en la presente edición de la Serie del Caribe. La magnitud del batazo y el momento en el que apareció fueron un respiro de aire fresco para el grandeliga, que a lo largo de su carrera profesional se ha caracterizado por ser un bateador de rachas.
«Eso nos da confianza, especialmente en mi caso. Dar un doble con las bases llenas se siente muy bien, porque puedes ayudar al equipo a generar una ventaja mayor y tener un margen más amplio para los relevistas. Por fortuna después de eso pudimos sacar los innings rápido y conseguir la victoria», expresó.
Torneo de ajustes para Torrens
La brevedad de la Serie del Caribe puede resultar beneficiosa para muchos, pues el desgaste con el calendario de apenas una semana es mucho menor, además de lo ventajoso que puede resultar tener una sede única, en este caso el LoanDepot Park de Miami, para evitar el cansancio de los viajes.
Sin embargo, esa fugacidad de la competición también puede traer sus consecuencias negativas para los jugadores, entre ellas la reducción en el proceso de preparación previo a cada desafío.
«Soy una persona que se enfoca mucho en su rutina, entonces para mí sí influye bastante«, dijo Torrens al respecto. «Pero sabemos que todos estamos bajo las mismas condiciones de juego y es cuestión de ajustarnos en lo que podamos para tener el mejor desempeño en el torneo», concluyó.