Querecuto: «Cardenales es un orgullo para mí y se lo debo a mi padre»

Andres Espinoza
Andres Espinoza
Prensa Cardenales
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El apellido Querecuto es muy bien conocido, no solo a lo largo de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional, sino específicamente dentro de los Cardenales de Lara. Juniel, actual infielder de los crepusculares, llegó a la divisa con un amplio conocimiento de lo que había realizado su padre, Juan, durante un buen tiempo con el club. Los números y el recorrido estaban allí, pero no fue hasta que los años comenzaron a pasar cuando el ambidiestro comprendió en realidad el significado que tenía su familia para la organización y viceversa.

Ahora, Juniel Querecuto está en el proceso de crear su propio legado dentro de la organización larense. Con ocho temporadas de experiencia en el circuito, todas con las aves rojas, el barquisimetano ha sido una pieza regular en una divisa que ha dominado buena parte del trayecto en ese lapso, con un par de títulos conseguidos y hasta seis finales, incluyendo la actual. Es algo que enorgullece al grandeliga, aunque los recuerdos de lo hecho por su padre y el impacto que tuvo en el combinado siempre serán parte de sus credenciales también.

«Esta organización tiene un gran significado para mí y para mi familia por todo lo que hizo mi padre«, indicó Juniel previo al inicio de la gran final de la 2023-2024. «No se trata del nombre en la espalda, sino del que aparece adelante, pero Cardenales es un orgullo para mí y se lo debo a él. Es un equipo que nos ha brindado muchas alegrías por tanto tiempo y estoy muy contento de poder aportar mi parte al crecimiento de la escuadra, como he intentado hacer en los últimos ocho años», agregó.

Nueva oportunidad de brillar

Luego de una buena temporada regular en la que ligó para una línea ofensiva de .278/.387/.459, con cinco dobles, dos triples, otro quinteto de cuadrangulares y 25 carreras remolcadas en 38 desafíos disputados, Querecuto tuvo inconvenientes para poder mantener el ritmo cuando el calendario cambió de página hacia enero.

En el todos contra todos, el antesalista vio acción en 13 de los desafíos que disputó el escuadrón de Henry Blanco y apenas pudo marcar un promedio de .245, con un OPS de .595, junto con dos dobles y un par de fletadas.

«Quizás el desempeño no fue el mejor en el Round Robin, pero por fortuna esto es un deporte de equipo y estamos para levantarnos unos con otros», dijo Querecuto. «A veces las cosas salen como quieres, pero la mayor cantidad de veces ocurre lo opuesto. Es una disciplina en la que se falla más de lo que se tiene éxito. Lo importante es que seguimos aquí, batallando y con una oportunidad muy real de sumar otro campeonato para esta gran organización«.

Vargas, un líder y un amigo para Querecuto

Si bien la tercera almohadilla se ha convertido en su casa en tiempos recientes, durante varios años, incluyendo aquellos en los que Cardenales sumó sus más recientes dos títulos de la LVBP, Querecuto solía hacer llave alrededor de la segunda almohadilla con Ildemaro Vargas, quien además es el capitán de los crepusculares.

Esa unión en el terreno de juego también llevó a que ambos crearan una sólida amistad, que se ha mantenido con el pasar del tiempo y las temporadas. Pero más allá de ese lazo, Querecuto también valora el líder en el que se ha convertido Vargas en ese lapso. Un pelotero que lleva estampada la «C» en su uniforme con tantos méritos como cualquier otro en el circuito.

«Estoy muy contento por lo que ha hecho. Es un líder que ha estado aquí por mucho tiempo y que estoy seguro que seguirá estando aquí por años y años. Me alegra saber que tenemos a alguien con esa experiencia y conocimiento de nuestro lado. Es un cabecilla en todo el sentido de la palabra», finalizó.

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