Cardenales de Lara se vio en un escenario muy particular a comienzos del presente año. Después de finalizar la ronda regular de la 2023-2024 en la cima de la tabla de posiciones, el conjunto crepuscular se encontró en medio de una racha de cuatro reveses para iniciar el Round Robin, lo que lo ubicó de inmediato en el sótano de la clasificación, algo en especial preocupante tomando en cuenta que se trataba de un calendario mucho más reducido de apenas 16 compromisos.
No obstante, incluso en esos tiempos de dificultad, hubo una tranquilidad llamativa en el nido de los pájaros rojos. De ninguna forma se trataba de conformismo, sino de una divisa que tenía la suficiente confianza en su líder como para saber que tiempos mejores estaban por venir. Es parte de la mentalidad que ha creado el mánager Henry Blanco en el clubhouse durante toda la presente contienda, su primera al mando de la organización, luego de haber alcanzado la final con los Tiburones de La Guaira en el certamen previo.
«En ningún momento sentimos presión por parte de Henry. Él fue pelotero y conoce muy bien lo que se debe y no decir en estos casos», aseguró el infielder Juniel Querecuto. «Incluso cuando estábamos en esa situación tan indeseable, sentimos que teníamos el respaldo de nuestro mánager y así es como tiene que ser. Hay equipos que pueden sumergirse en la desesperación en ese tipo de circunstancias, pero no fue el caso con los Cardenales, en gran parte gracias a él», agregó.
Reacción como pocas
Esa paciencia y comprensión de Blanco tuvo su efecto. Cardenales consiguió repuntar de tal forma que se coló a la gran final en el último fin de semana del todos contra todos. El equipo que había comenzado la instancia con récord de 0-4 y que parecía haber agotado todo el combustible durante la ronda regular, de la nada se había posicionado como uno de los dos finalistas en la carrera por el tan anhelado título de la 2023-2024.
Ildemaro Vargas trajo dos y se van arriba 🤯💥
Presentado por Latin Pro
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— BeisbolPlay (@beisbolplaycom) January 25, 2024«Siempre supimos que este era el lugar en el que pertenecíamos«, indicó el capitán Ildemaro Vargas. «De mi parte, en el terreno de juego, me encargué de que los muchachos sintieran la menor presión posible sobre los hombros. Y sé que desde la cueva también se enfocaron en lo mismo, porque lo importante en esos casos es sumar, nunca restar. Si obligas a que un jugador intente dar el doble de lo que puede porque tienes miedo de quedar eliminado, es posible que los resultados no te acompañen».
De la mano de Blanco, Vargas consiguió que el liderazgo dentro de Cardenales fuera visto como una democracia, nunca como dictadura.
«Henry tiene esa capacidad de transmitir tranquilidad hasta en momentos difíciles. Es un tipo que conoce mucho del juego y tiene un gran recorrido. No tiene comparación«, añadió.
Segundo aire para Cardenales
Ahora, en una final inédita en la historia de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional contra los Tiburones, las aves rojas apuestan, una vez más, a la paciencia de Blanco para volver a ganarle la batalla a la adversidad. Cardenales sucumbió en los primeros dos juegos de la instancia culminante ante los favoritos escualos y regresaba a casa este jueves con la intención de reaccionar antes de que se hiciera demasiado tarde.
«Nosotros tenemos el privilegio de contar con un dirigente que está entre los mejores del país, en mi opinión», señaló Hernán Pérez. «Respeto mucho el trabajo del resto de los mánagers y sé que hay varios muy buenos, pero la experiencia con Henry me ha dejado saber que tengo el lujo de jugar para él. No hay un escenario en el que nos sintamos derrotados. Él tiene mucho que ver en eso».