Oswaldo Cabrera inició la semana del 6 de marzo como el venezolano con mayor cantidad de carreras impulsadas en los Entrenamientos Primaverales, junto a Jesús Bastidas y Osleivis Basabe, con siete. Para ese momento, acumuló juegos consecutivos con jonrón, pero aunque parezca contradictorio, su bate no fue el principal protagonista. Lo ha sido su extraordinaria disposición para aceptar el papel de utility, y flotar en varias posiciones al campo, como ya lo hizo en la recta final de la temporada pasada.
Para el lunes, está previsto que comience como jardinero derecho. El domingo lo hizo en la antesala, y en los cinco juegos anteriores, se le vio en una ocasión en la pradera izquierda, en otra en la derecha, y en las tres restantes como tercera base. Lejos de disgustarse por no tener un espacio fijo a la defensiva, Cabrera afronta el reto con el entusiasmo de un muchacho de 24 años de edad, que tiene la posibilidad asegurada de formar parte del roster de los Yanquis de Nueva York desde el Día Inaugural, en su segunda campaña como grandeliga.
«Me encanta”, confesó el oriundo de Guarenas al periodista Greg Joyce, del New York Post. «No tengo ningún problema cuando me mueven. Simplemente lo disfruto. Quiero seguir jugando y esa es mi mentalidad: La posición que el manager quiera que juegue hoy para ayudar al equipo a ganar, esa es la posición en la que voy a jugar”.
En seis zafras en el sistema de Ligas Menores, Cabrera solo actuó como guardabosque derecho en tres ocasiones, y en el izquierdo en solo una. Una vez llamado al equipo grande neoyorquino en agosto del 2023, debió crecer de golpe, con 34 presencias como outfielder en los 44 juegos que disputó durante la ronda regular.
La opinión técnica sobre Oswaldo Cabrera
El versátil jugador cuenta con la cercana supervisión del coterráneo Carlos Mendoza, coach de banca de los mulos, y uno de sus principales mentores para el rol utilitario que desempeña en el Steinbrenner Field.
«Te dice todo lo que necesitas saber sobre el tipo de chico que es: hará lo que sea necesario para ayudar al equipo», glosó Mendoza sobre la actitud de Cabrera. «Su capacidad para anticiparse, posicionarse, leer cambios. Le ayuda cuando tiene que ir del lado izquierdo al lado derecho, del cuadro interior al jardín. Tiene un buen sentido del juego. Tiene muy buenos instintos que a veces hace que parezca muy, muy fácil. Pero no es tan fácil como él lo hace ver”.
Joyce relató en su trabajo que el mirandino cuenta hasta con cuatro guantes en su locker dentro del clubhouse, sin contar el que le prestó el también criollo Andrés Chaparro para defender la inicial. El más pequeño -su favorito- lo usa cuando debe cubrir el campocorto o la segunda base. Tiene otro para la tercera almohadilla, uno propio para la primera, y el que utiliza en los jardines.
«Creo que deberíamos hacer esas camisas: ¿Dónde está Oswaldo?”, dijo con jocosidad el piloto Aaron Boone, quien durante la jornada de inicio del Spring Training reveló que sigue viendo al venezolano como un jugador de cuadro por su destreza en el medio del diamante. «Dicho esto, nos demostró que puede jugar las esquinas en los jardines y hacerlo bien”.