Manuel Meléndez y la virtud de ser un héroe inesperado

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Foto; José Ramón González (Prensa Tigres)
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De todos los escenarios posibles durante el juego entre Tigres de Aragua y Cardenales de Lara la noche del jueves, el de Manuel Meléndez como protagonista fue quizás uno de los últimos visualizados por Doctor Strange, o Buddy Bailey, para los efectos de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional.

Darle un turno en la décima entrada a un pelotero que bateó para anémico promedio de .125 (de 8-1) del noveno episodio en adelante durante la ronda eliminatoria, no es precisamente la situación que el legendario mánager estadounidense buscaría para dejar en el terreno al rival. Pero contra todo pronóstico, funcionó.

Meléndez ingresó al cajón de bateo del Estadio José Pérez Colmenares de Maracay con la pizarra igualada 5-5 y dos outs, mientras José Pirela corría en segunda base y Leobaldo Cabrera en la inicial. En cuenta de dos bolas y dos strikes, el toletero zurdo conectó un envío bajo del derecho Vicente Campos que superó al intermedista Ildemaro Vargas y se internó en el jardín central, para dejar tendidos a los pájaros rojos.

«Sé que estaba en dos strikes, pero sabía que él tenía que lanzarla por ahí», relató el jugador de 26 años de edad a la transmisión de Televen luego de desatar la algarabía en el feudo aragüeño. «Si ese pitcheo estaba en mi zona, me iba a asegurar de darle bien. Fue un cambio de velocidad”.

El extraño duelo de Manuel Meléndez

Para que el oriundo de Barquisimeto llegase a ese instante, se tuvieron que dar una serie de eventos llamativos. Y es que, hasta el final de la campaña anterior, pertenecía, precisamente, a la organización crepuscular, antes de ser incluido en la lista de peloteros sin prioridad de contratación en septiembre.

Fue allí donde apareció Aragua y le ofreció trabajo para la 2023-2024, en un rol para brindar profundidad a las praderas. Vio acción en 28 juegos y dejó línea ofensiva de .271/ .328/ .356, siendo sacado del roster en alguna ocasión, y reingresando poco después.

La noche del jueves, Manuel Meléndez no estaba en los planes de Bailey para tomar un turno de importancia. De hecho, en la octava entrada, también con un corredor en el segundo cojín, el piloto optó por traer como emergente al zurdo Robert Robertis por Carlos Tocci, para enfrentarse a Silvino Bracho. Robertis falló, y fue entonces cuando entró Meléndez para ocupar el bosque central en su lugar.

«El equipo ha creado unas rutinas desde la pretemporada para que todos los peloteros estemos listos, como si fuésemos a jugar a partir del primer inning”, precisó el héroe inesperado de la noche, que le dio el primer triunfo a Tigres en el Round Robin, luego de tres desafíos. «No es como se empieza. Ahora, más que nunca cabe esa frase».


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