Los Navegantes del Magallanes partieron como uno de los favoritos para llegar a la postemporada en la temporada 2023-2024 de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP). Pero no solo ese objetivo se le hizo esquivo, sino que la imagen con la que terminó el equipo fue diametralmente opuesta a la que había en la previa.
Ante tan sorpresivo desenlace, deben existir motivos claros. Porque un grupo que parecía tener los elementos para pelear por el título finalizó fuera de carrera y con estadísticas que son históricamente negativas en el circuito rentado.
1-Importación deficiente
El aporte de los jugadores extranjeros de Magallanes fue nulo. A pesar de que la gerencia contrató a 13 peloteros foráneos, ninguno tuvo un impacto importante o siquiera positivo a lo largo de la temporada regular.
De hecho, los brazos importados finalizaron con efectividad de 10.41 con WHIP de 2.25 y sin aportar ninguna victoria. Esos brazos sufrieron siete derrotas, la última en manos de Froinlan Portuondo, pitcher que llegó al equipo desde Nicaragua con efectividad de 6.75, y que sufrió el descalabroque finiquitó la eliminación de Magallanes.
Además, ninguno de esos beisbolistas tuvo un rol claro en el equipo. Josh Maciejewski fue el extranjero con más juegos disputados en la Nave Turca con 13, sin embargo, la mayoría de esos encuentros fueron con marcadores abultados.
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“No se necesita ser un erudito del beisbol para saber que esto no iba a resultar. Un pitcher (Portuondo) sin credencial para lanzarle a José Pirela, Freddy Galvis, Ángel Reyes y Alí Castillo. Pero eso representa lo que fue la importación de Magallanes este año”, aseguró Carlos Feo en su podcast La Hora Magallanera. “No había que ser un experto para darse cuenta”.
Magallanes ya está libre de ataduras de la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC), por lo que debería tener más opciones para armar su importación. De los 13 firmados para la zafra 2023-2024, solo dos (Maciejewski y Raynel Delgado) pertenecen al sistema de MLB.
2-Malos movimientos en Magallanes
El Magallanes fue uno de los equipos de la LVBP que menos cambios concretó en el último año calendario. Desde la finalización del torneo anterior hasta el 15 de diciembre de 2023, la gerencia turca concretó tres movimientos y ninguno trajo los resultados esperados.
El 13 de agosto llegaron a un acuerdo con los Bravos de Margarita para adquirir a Wilmer Flores y a Diego Rincones. El primero jugó un mes y, aunque ligó para .305/.406/.427 con un jonrón y 12 remolcadas, no fue el slugger que esperaban. Mientras que Rincones tuvo su peor año ofensivo con OPS de .722 y problemas defensivos que restaron.
En cambio, Magallanes cedió a Félix Doubront, pitcher que lideró la LVBP en innings (65.1) y que es candidato al Regreso del Año. También a Moisés Gómez que conectó cinco jonrones y que sí mostró condiciones para ser jardinero.
Luego el 11 de septiembre Magallanes acordó con los Tigres de Aragua para sumar a Dennis Ortega, receptor que apenas estuvo siete juegos en la zafra 2023-2024, para entregar a Bruce Rondón, relevista que dejó efectividad de 3.75 con tres ganados, uno perdido y 23 ponches en 24 episodios.
Finalmente, el último cambio llegó el 15 de noviembre, cuando Magallanes y Caribes de Anzoátegui traspasaron a tres peloteros. Los aborígenes incorporaron a Engelb Vielma junto a Yorvin Pantoja, mientras que los turcos sumaron a José Torres, relevista que aceptó nueve carreras en 14.2 innings, aunque mostró signos de recuperación que invitan al optimismo en el futuro.
Eso quiere decir que Magallanes realizó tres movimientos y dos no rindieron buenos dividendos. Uno tampoco fue brillante, aunque podría servir en el futuro.
3-Poca reacción
Como es costumbre en la LVBP, las temporadas traen imprevistos que ameritan una reacción rápida. Por ejemplo, los Leones del Caracas quedaron sorprendidos con la poca producción de Isaías Tejeda y rápido firmaron a Jonathan Villar. Tampoco funcionó y ahora contrataron a Harold Ramírez. Los Tiburones de La Guaira llegaron a tener hasta ocho importados en el país.
En Magallanes sucedió lo opuesto. En la importación inicial venía Steven Fuentes que, cuando decidió no viajar a Venezuela, el equipo nunca encontró a otro pitcher para la rotación. Keom Barnum era un slugger zurdo para balancear el line up, pero también desistió de jugar en la LVBP y la gerencia eléctrica no encontró reemplazo.
No hay qué decir sobre Ramón Hernández. A él le ponen las piezas para usarlas y las usa. Magallanes desde hace rato tiene a Luis Martínez y Erick Leal y los pusieron a comienzo de semana. Henderson Álvarez tenía salidas con más de 40 lanzamientos».
Carlos Feo en su podcast La Hora Magallanera
En diciembre llegó otro punto de quiebre. Carlos Rodríguez fue el primer bate y jardinero central idóneo, pero una vez los Cerveceros de Milwaukee lo mandaron a parar, los Navegantes se quedaron sin un outfielder natural para esa posición ni un toletero zurdo. Tampoco con una pieza de velocidad. Nunca apareció una opción que lo sustituyera porque Miguel Aparicio se lesionó.
“Encontramos a unos importados zurdos de poder, pero no recibieron permisos de sus organizaciones”, declaró Luis Blasini, gerente deportivo de la Nave Turca a finales de noviembre. “No descartamos hacer algún cambio. Estamos explorando opciones”.
Siguieron las deserciones; tampoco hubo respuesta. Eduard Bazardo, Jesús Tinoco, José Ruiz y José Gregorio Castillo salieron del bullpen a lo largo de la temporada. Enmanuel De Jesús, Nivaldo Rodríguez y Yohander Méndez fueron retirados de la rotación por firmar en Asia.
Eso provocó que Magallanes llegara a la semana final del calendario regular—todavía con posibilidades de avanzar a la postemporada—con dos abridores: Erick Leal y Luis Martínez. Ninguno tuvo un buen torneo, no obstante, eran las únicas opciones para comenzar juegos.