Magallanes apuesta por Ramón Hernández para explotar potencial en su roster

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Foto: Elio Miranda (Prensa Magallanes)
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Navegantes del Magallanes inició la octava semana de la ronda eliminatoria con la misión encomendada a Ramón Hernández de engranar a un roster que cuenta con 17 jugadores de pasado inmediato en el sistema organizado de las Grandes Ligas, incluidos siete que vieron acción al nivel élite de la Gran Carpa en 2023.

Ningún otro equipo de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional en la presente temporada cuenta con tantos activos afiliados a Major League Baseball, hasta antes de la jornada del martes 5 de diciembre. Sin embargo, esa aparente superioridad cualitativa en los miembros de la plantilla, no se ha visto reflejada sobre el terreno, al iniciar el duelo contra Cardenales de Lara con récord adverso de 16-21 y la estela del reciente sacudón que determinó la salida del mánager Miguel Cairo, además de los coaches Gerardo Casadiego (pitcheo) y Robert Pérez (bateo).

«Son situaciones y decisiones normales en un equipo de beisbol. No tiene que haber un detonante», dijo a Sello Deportivo Luis Blasini, gerente deportivo de la organización carabobeña, sobre la medida de prescindir del trío de técnicos. «Esta temporada no es igual a la anterior, porque contamos con peloteros que pertenecen al sistema organizado en su gran mayoría y, en teoría, tenemos un buen pitcheo, yo diría que el mejor de la liga, tanto abridores, como relevistas, pero en la práctica, no ha sido así».

El diagnóstico del directivo se sustenta en el promedio de carreras limpias colectivo del pitcheo nauta, que se ubica en 5.16, incluso peor que la media del circuito (5.03). Y en especial, de los abridores, quienes muestran abultada efectividad de 5.99, la segunda más elevada entre los ocho equipos, sólo detrás de Tiburones (6.55).

Oportunidad inesperada

Para Ramón Hernández, quien transitaba su tercera campaña como coach de banca del navío (la segunda en fila), la propuesta de tomar el lugar de Cairo lo sorprendió, porque considera al exestratega interino de los Medias Blancas de Chicago su amigo. Sin embargo, luego que conversar con él, tomó la oportunidad de iniciar su segunda experiencia en la LVBP como piloto, luego de la que tuvo en la zafra 2018-2019 con Tigres de Aragua.

«Claro que me va a sorprender, porque yo nunca voy a querer que despidan al dirigente, más aún siendo yo su coach de banca, lo ayudaba en muchas cosas», afirmó el nuevo timonel. «Siempre cuando sacan a alguien, como lo hicieron con él, Casadiego y Robert es triste, porque son personas con las que inicias la temporada y quieres guerrear todo el año. Así es nuestro trabajo, a vecen se deciden ese tipo de cambios y uno no los controla. A mí me tocó ser despedido ese año con Aragua. El objetivo es que el equipo comience a jugar mejor beisbol para que lleguen las victorias».

La primera decisión de importancia para el cumanés fue determinar quien sería el jardinero central, y a qué pieza le daría la responsabilidad de ser el primer bate, luego del adiós de Carlos Rodríguez por el resto de la contienda. En primera instancia, optó por Víctor Bericoto para defender la pradera del centro, y por Angelo Castellano para encabezar el lineup.

«Nunca vas a tapar un lugar como el que deja Carlos, porque estaba jugando un beisbol muy bueno. Hoy va a estar Bericoto. Veremos cómo lo suplantaremos con la mejor opción del día. Creo que Bericoto es un muchacho joven, de mucho talento y también puede cumplir en el centerfield».

El punto de atención para Ramón Hernández

Aunque la grieta en el cuerpo de serpentineros y en la línea central de la galera es un factor evidente para el, hasta ahora, mediocre desempeño en la contienda, el flamante piloto basa su análisis principal en la incapacidad de los maderos nautas de producir con corredores en posición de anotar. Su promedio de bateo de .283 es el más bajo de la liga en esa situación, según Quality.com.

«No es un secreto que a la ofensiva hemos dejado muchos corredores en posición anotadora. Y cuando lográbamos batear, no lanzábamos bien. Son detalles que no hemos podido juntar: lanzar y batear bien», apuntó Ramón Hernández. «Eso es lo que otorga las victorias consecutivas y la tranquilidad, que hasta ahora no hemos tenido».

Tras dejar un balance de 10-14 en aquella primera travesía como mandamás, con los bengalíes, el ex receptor de 47 años de edad asumió el reto de volver a dirigir más curtido como técnico, luego de haber sido la mano derecha en la última década de Buddy Bailey, Oswaldo Guillén, Omar Malavé, Yadier Molina y Cairo en la LVBP, además de Roberto Kelly en México.

«Cada quien tiene su estilo de juego, y yo aprendí algo de todos. Son diferentes. Y mientras más tipo de juego aprendas, mejor uno puede ser», afirmó Ramón Hernández. «No me voy a enfrascar en uno solo. Algunos son más agresivos, y otros, menos, pero de todos aprendí. Yo escogeré en qué momento ser agresivo o pasivo».

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