Seguramente la pregunta más complicada en las Grandes Ligas actualmente es la siguiente: ¿cuál lanzamiento se le debe hacer a Luis Arráez? Pareciera que ninguno es efectivo. Todos los conecta y, aunque no sea con la fuerza a Shohei Ohtani o Aaron Judge, siempre el resultado es positivo para el bateador.
Quizás los números pueden darle mayor claridad. Con más de 1.800 turnos oficiales de por vida en las Grandes Ligas, hay suficiente muestra para determinar cómo le va al venezolano ante cada uno de los envíos y sus resultados. De esa forma se podrá llegar a una conclusión.
| Lanzamiento | Número de envíos | Promedio | Slugging | Ponches | Bases por bolas |
| Recta | 369 | .398 | .566 | 5 | 12 |
| Sinker | 167 | .313 | .333 | 3 | 1 |
| Cambio | 109 | .429 | .452 | 1 | 1 |
| Slider | 175 | .300 | .350 | 7 | 2 |
| Curva | 92 | .364 | .546 | 1 | 0 |
| Cutter | 105 | .387 | .548 | 1 | 1 |
| Split | 33 | .429 | .429 | 0 | 0 |
Las estadísticas confirman que, efectivamente, Luis Arráez no tiene puntos débiles durante la actual campaña. Por eso mantuvo su average por encima de .400 gran parte de la primera mitad del calendario y amenaza con convertirse en el primer pelotero que termina una zafra con promedio sobre .400 al coleccionar el mínimo de turnos desde Ted Williams (.406) en 1941.
Porque si lo retan con una recta de alta velocidad, la golpeará y con fuerza. En cambio, si intentan engañarlo con un cambio de velocidad u otro envío quebrado, también la depositará en los jardines mientras corre con una sonrisa en su rostro.
Por cierto, sus buenos números ante la curva seguramente será un motivo de orgullo. Arráez tiene de por vida un promedio de .252 con solo siete extrabases y ningún jonrón ante ese pitcheo, sin embargo, en 2023 lo empezó a golpear con fuerza para ligar .364 este año. Hizo los ajustes para no permitir que fuera más una debilidad.
“Arráez les demuestra a todos lo que es ser un buen bateador y no sólo [un] [bateador] de poder”, dijo el manager Skip Schumaker a MLB.com. “Y les está mostrando a los muchachos [cómo usar] todo el campo y cómo se debe para uno [para hacer eso], y simplemente para ser un buen bateador hay que esforzarse en cada turno al bate”.
Luis Arráez: chocador de niño
Sabía usted que los Mellizos de Minnesota habían perdido la fe en Luis Arráez. Eso sucedió mucho antes de firmarlo, cuando muchos directivos de la organización veían necesario hacer un recorte del semillero que estaba en Venezuela.
Porque, cuando Arráez buscaba firmar al profesional con 15 o 16 años de edad, no era parte de una academia como sucede en la actualidad. Para ese momento los equipos se paseaban por todo el país en la búsqueda de talento y, los que cumplían con los requisitos mínimos, eran llevados a campamentos de los equipos. Ahí vivían, entrenaban y comían. Los que gustaban, recibían contratos. Los que no, eran liberados.
A Luis Arráez le notificaron que no iba a ser firmado. Una persona que todavía trabaja con los Mellizos aseguró que desde los Estados Unidos mandaron a hacer un recorte de personal en el semillero que estaba en el estado Carabobo y ese bateador que tiene promedio de .400 actualmente estuvo en el grupo de jóvenes que habían mandado para sus casas.
“Ya estaba en su casa cuando nos enteramos. Pero un grupo de scouts creíamos en él porque lo veíamos batear y lo fuimos a buscar a San Felipe”, aseguró el todavía evaluador. “Le pedimos que se regresara y los intentara dos semanas más. Desde ese momento, bateó sobre .300 en todos lados”.
Este scout aseguró que “Arráez tiene una capacidad para hacer contacto que nunca había visto”. También que ese enfoque de chocar la pelota a la banda contraria y aprovechar todo el campo ya era parte de su arsenal cuando era adolescente. “Siempre golpeaba la pelota. Era increíble”.
Y todavía dice el mismo elogio si le preguntan sobre Luis Arráez. Un chocador de cuna.