La vida a Jesús Rumbol le cambió muy de prisa, casi sin oportunidad de saborear lo que sucedía, como suele ocurrir algunas veces. Apenas se dio cuenta que a los 23 años de edad tuvo su primera aparición en el beisbol profesional, en la Liga Mayor de Beisbol Profesional (LMBP), y poco más de un año después estampó su firma con los Bravos de Margarita, para buscar ascender a alguna lomita en el invierno.
De descargar contenedores en un almacén, a lanzar contra ex grandeligas en la LMBP. Así se sintetiza una parte del viaje, que en realidad es mucho más profundo de lo que ya de por sí parece, con historias que surgen y luego se entrelazan para que las tan buscadas oportunidades por fin aparezcan, y con ellas, una nueva razón para afrontar la cotidianidad con esperanza renovada.
«Ya a los seis años veía al beisbol como el deporte que me apasionaba. Salí de Mariara (ciudad de donde es oriundo) para representar a Carabobo en varias competiciones estadales, fui jugador de cuadro y jardinero, pero mi estatura no me ayudaba», dijo a Sello Deportivo el derecho Rumbol, que en la actualidad mide alrededor de 1.75 metros.
«Pasé por varias academias en los últimos años como lanzador, entre ellas la de Melvin Mora, pero no tuve suerte, luego llegué a la de Erik Hernández, que me dio la oportunidad, y Raúl Guillon me trajo a Guerreros justo cuando estaba más deprimido, porque estuve un año trabajando de obrero en el almacén y andaba decepcionado del deporte. El beisbol me complementa como persona», contó.
Ese relato del carabobeño narra lo que vivió antes de la campaña 2022, con Guerreros del Caribe (hoy de Lara), en la que fue su primera travesía en la pelota rentada. Fue escogido por el equipo bélico en el Draft previo a la segunda edición del circuito veraniego y no se amilanó. Compiló efectividad de 2.51 en 14 entradas y un tercio. Desde entonces, comenzó a llamar la atención en cualquier terreno al que llegaba.
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Una recta para marcar el camino de Jesús Rumbol
«Cuento con cinco lanzamientos: recta, slider, cambio, curva y sinker, pero mi mejor lanzamiento es la recta», se encarga de enumerar Rumbol. «Por fortuna pude desarrollar la recta, que para esta liga es muy buena»,
Y en efecto, esa bola rápida es buena. Con 94 millas por hora, se convirtió en su puerta de entrada para arribar a los montículos en mayores niveles. Y desde la cueva larense, opinan que incluso pudiera llamar la atención de franquicias del beisbol organizado.
«Hay chamos que no logran estampar su firma, como el caso de Rumbol, pero pueden despertar un interés en cualquier organización», aseguró Carlos «El Toro» Zambrano, coach de pitcheo del club crepuscular y uno de los mejores pitchers criollos en la historia de la Gran Carpa. «Ahí está el caso de David Peralta, que jugó en la Liga Bolivariana, es decir, salió también de un circuito de verano. Hoy en día es uno de nuestros emblemas en Grandes Ligas».
¿Pudiera entonces Rumbol ilusionarse con algún día mostrarse en las granjas de MLB?. Zambrano afirmó que cuenta «con un excelente brazo» y «está en sus manos montarse en el tren, si trabaja para lograrlo «.
Y si alguien sabe de trabajo de duro, fuera de los terrenos, es Rumbol. Ahora sólo tendrá que trasladarlo dentro de las rayas de cal.
⚾️💥🥳 JESÚS RUMBOL: “ES UNA OPORTUNIDAD DE ORO PARA MÍ”
Conozcan la historia de este talentoso lanzador, de 24 años de edad, nueva adquisición de Bravos de Margarita, que cree en las revanchas del beisbol y sabe aprovechar las oportunidades.https://t.co/x0t8RoB6Z8
— Bravos de Margarita (@labarrabrava) June 4, 2023