Franklin Barreto recuperó su confianza

Jose Angel Rodriguez
Jose Angel Rodriguez
Foto: Fernando Oduber (Prensa Tiburones)
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Franklin Barreto batea pelotas contra la malla, servidas por Néstor Smith. Repite el ejercicio en el Estadio José Bernardo Pérez de Valencia durante siete minutos. El objetivo del instructor de bateo de Tiburones de La Guaira se enfoca en afianzar la confianza en las manos del caraqueño, que desde 2015 y durante cuatro años consecutivos apareció entre los 100 mejores prospectos de la revista BaseballAmerica.

Barreto llegó tres semanas antes del inicio de la temporada 2022-2023 de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional. Quedó desempleado en agosto, tras dejar línea ofensiva de .162/ .259/ .274 para OPS de .533 en 241 turnos con la sucursal Triple A de los Astros de Houston. Tomó la decisión de preparar su retorno a los terrenos del país, donde no se le veía desde la campaña 2018-2019. Se reportó al campamento litoralense y, aún sin tener un rol definido, encaró la zafra. ¿El resultado? La historia dirá que fue uno de los finalistas al Regreso del Año, pero en realidad lo hecho representa mucho que un galardón.

«Ha sido una recuperación mental», admitió a Sello Deportivo. «He recuperado la confianza en mí. Estuve prácticamente dos años fuera por lesiones y la temporada anterior en Ligas Menores fue terrible para mí en el bateo».

Ese muchacho, formado en la academia de Ciro Barrios en Turmero y que fue catalogado como la mayor promesa internacional del beisbol en el proceso de firmas de 2012, regresó de las cenizas. Fue capaz de superar el dolor físico, y más aún, el que se siente en el pecho, luego de contraer coronavirus en 2020, sufrir una subluxación en el hombro izquierdo y posteriormente, someterse a una operación Tommy John en el codo derecho luego de una rotura del ligamento colateral en 2021.


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La reconversión

El primer acercamiento de Franklin Barreto a los jardines siempre fue en Venezuela. Aunque firmó como campocorto, en su adolescencia ya tomaba globos en las instalaciones de CiroSport. Y con 19 años de edad, en su primer certamen en la pelota rentada local con Águilas del Zulia (2015-2016), participó en 15 compromisos en la pradera central y en otros seis en el izquierdo.

Pero su consolidación como guardabosque ocurrió en el presente curso, con una prestancia y seguridad que iba acorde a lo que necesitaba para poder hacerse un hueco en un club que contó con sobrepoblación de jugadores de cuadro con cartel como Maikel García, Carlos Sánchez, Alcides Escobar, Brayan Rocchio e incluso del utility Ehire Adrianza.

«No he tenido muchos juegos ni en Ligas Menores ni en Grandes Ligas como outfield», acertó el capitalino, hoy de 26 años de edad, que solo ha tenido 11 careos en el sistema de granjas como forastero y apenas uno en la Gran Carpa. «Pero me siento cómodo, he trabajado ahí, preguntándole a los muchachos que tienen más experiencia y se han visto los resultados».

La recompensa para Franklin Barreto

El acuerdo de liga menor con los Nacionales de Washington pudiera ser visto como un premio a su cosecha en el ruedo. También la nominación a la distinción del Regreso del Año, donde quedó tercero, tras Oswaldo Arcia (Leones) y José «Cafecito» Martínez (Tigres). O incluso, haber trabajado con el staff de coaches de La Guaira su vulnerabilidad con las rectas pegadas. Pero cuando él habla, tiene claro que su principal éxito solo radica en lo más profundo de su ser.

«En 2023 seguiré confiando en lo que yo puedo hacer. Trabajaré en el bateo y corregiré las pequeñas cosas que siempre salen. La confianza es lo que debo tener más presente en mi juego y eso es lo que me puede ayudar bastante».

Franklin Barreto restauró su espíritu y sanó las marcas de guerra del pasado.

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