Serbia no llegó como favorita a la Copa del Mundo de Baloncesto FIBA, pero disputará la final. ¿Cómo lo hizo? Al estilo europeo con jugadores sin muchas luces, a excepción de Bogdan Bogdanovic.
Los dirigidos por Svetislav Pesic mostraron que no hay que vivir del triple o del 1vs1 en lo que mal se llama “baloncesto moderno”. Con una rotación de balón que roza lo asombroso, a un ritmo alto y con toda la plantilla llena de confianza, los serbios enseñaron al mundo que no se necesita de una super estrella para ganar y mucho menos para destacar como selección.
Muestra de esto es que Serbia no cuenta con Nikola Jokic, campeón de la NBA, Nikola Kalinic, Vasilije Micic, Nemanja Nedovic o un veterano Milos Teodosic. Su máximo exponente es Bogdan Bogdanovic, que juega en los Atlanta Hawks sin mucho brillo.
Su victoria frente a Canadá por marcador de 95 – 86 fue la frutilla del postre que los llevó a la final de la Copa del Mundo de Baloncesto en la que se enfrentarán a Alemania.
Triunfo de Serbia, triunfo de un estilo
La escuela de baloncesto balcánico siempre ha dado jugadores que marcaron época por su talento. Sin embargo, desde 2002 cuando Yugoslavia ganó el Mundial FIBA de Indianápolis, Serbia no ha alzado un nuevo título ni en EuroBasket ni copas del mundo y mucho menos en Juegos Olímpicos.
A pesar de los fracasos, nunca dejaron de creer o modificar su estilo de juego que, a la fecha, es reivindicado en la escena internacional. En frente tuvieron a Canadá, una selección con muchos recursos desde el 1vs1, con el triple como herramienta principal y el ataque rápido como pan de cada día. ¿Resultado? Los canadienses nunca jugaron cómodos y tuvieron que remar más de 30 de los 40 minutos disputados.
¿Qué hicieron para lograrlo? Serle fiel a su estilo. Tomando en cuenta el desempeño de los norteamericanos en el torneo, Serbia planteó una defensa en la que no hubiera cambio post cortina y roll con Shai Gilgeous-Alexander, amo y señor del balón en Canadá. A su vez, la presión sobre el base fue toda la cancha, para que no pudiera tener la oportunidad de cambiar el ritmo con envión.
Además, en el caso de que la cortina y roll funcionara, la rotación defensiva para que no hubiera canasta cómoda fue sensacional.
¿Y en ataque? Pasar hasta desgastar al rival mientras buscaban el mejor tiro posible. Pace (ritmo de juego) más lento, pero no menos agresivo. ¿Se pueden anotar 95 puntos jugando distinto a la NBA? Por supuesto.
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— FIBA Basketball World Cup 2023 🏆 (@FIBAWC) September 8, 2023