Dediqué la columna anterior a explicar mi voto para el Pitcher del Año y porqué en la planilla consignada ante Numeritos Gerencia Deportiva postulé a Osmer Morales al primer lugar, a Máximo Castillo al segundo y a Félix Doubront al tercero. Ahora corresponde justificar la escogencia de este cronista para el premio al mejor mánager durante la temporada 2023-2024 del beisbol profesional venezolano.
Hay cuatro nombres posibles y solo dos líneas a rellenar, pues esta distinción solo admite al ganador y a un escolta, a diferencia del resto, donde cabe un tercero. Nuestra cuarteta de aspirantes la conforman el piloto de los Leones del Caracas, José Alguacil, el timonel de Bravos de Margarita, José Moreno; el estratega de Cardenales de Lara, Henry Blanco; y el conductor de los Tigres de Aragua, Buddy Bailey.
En su regreso a la Liga Venezolana de Beisbol Profesional, Bailey llevó a un club con desequilibrios estructurales al quinto lugar de la tabla, y con más triunfos que derrotas. Loable, si tomamos en cuenta que los Tigres quedaron fallos de shortstop durante la primera mitad de campaña, que estaban cortos de jardineros, les fracasaron casi todos los importados y se les desvaneció la ofensiva. Se pueden cuestionar ciertos aspectos estratégicos de Bailey, mas no desconocer sus logros.
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A José Alguacil le tocó lidiar con una rotación inestable. Pese a eso, guio a los Leones del Caracas al segundo peldaño de la escalera clasificatoria.
Henry Blanco se estrenó al frente de unos Cardenales de Lara con plantilla sin muchas ínfulas, sobre todo al principio, cuando los Pájaros Rojos jugaron su mejor beisbol. Con una importación nominalmente inferior a la de la campaña pasada y pocos grandeligas para marcar diferencia (a los alados solo le jugaron tres de sus once bigleaguers), los crepusculares ganaron la ronda eliminatoria con balance de 33-23. Peloteros como Jecksson Flores, cuya carrera venía en picada, reputaron bajo su ala. Blanco supo sacar provecho, en las nacientes del campeonato a veteranos como Néstor Molina y Raúl Rivero.
Por los motivos antes enumerados, esta planilla lleva a Henry Blanco en el espacio reservado al segundo lugar.
El Manager del año es para…
José Moreno se estrenó con Bravos de Margarita y pastoreó a los insulares, eliminados la temporada pasada durante la Serie de Comodines, hasta el tercer escalón de la lucha 2023-2024. Punto para él, aunque hay otros argumentos a su favor.
Si algo supo hacer Moreno fue insuflar confianza a sus dirigidos. Lo hizo con el recién llegado Osmer Morales y el resultado fue una triple corona de pitcheo ganada por un lanzador con pésimo desempeño un año antes. También con Carlos Navas, su cerrador, a quien mantuvo en el cargo, pese a un mal arranque hasta que el taponero encontró su camino. Wilson Ramos, careta titular de los Bravos, también ha declarado que el respaldo del cuerpo técnico fue básico para su elevado rendimiento.
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José Moreno, un mánager recién llegado a una organización que recibe comentarios como estos, que transformó ese espíritu en victorias, que mantuvo la moral en alto cuando al principio del certamen su novena era zarandeada sin miramientos es, sin duda, un legítimo ganador del Mánager del Año y así quedó escrito en esta planilla. Todo parece indicar que se llevará ese trofeo por segunda vez durante su carrera dentro de la LVBP.
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