Alineado como sexto bate y designado, Eugenio Suárez volvió a probar las mieles de jugar en el Estadio Universitario con la piel de león. Solo le bastó observar dos envíos para despachar jonrón en su primer turno en la LVBP luego de ocho años. De esa manera, dejó evidencia del por qué es el segundo pelotero con mayor cantidad de vuelacercas en Grandes Ligas desde 2018, solo superado por Aaron Judge.
Son 160 los vuelacercas en el lapso del guayanés, cuatro menos que el reciente Jugador Más Valioso de la Liga Americana, quien fijó un récord para la conferencia en 2022, con 62. Aunque Suárez también tiene una marca en su poder, la de mayor cantidad de estacazos para venezolano alguno en una sola temporada, cuando conectó 49 en 2019. Ese año superó lo hecho por otro miembro insigne de la manada capitalina, Andrés Galarraga, cuando disparó 47 cuadrangulares en 1996.
La cotidianidad fue la causa
«Es algo que nunca me imaginé en mi carrera. Nunca estuvo en mi cabeza convertirme en el jonronero que ahora soy», admitió el habitual antesalista de los Marineros de Seattle, el sábado antes de su estreno. «Fue algo natural con mi trabajo. Siempre me he exigido al máximo para mejorar y eso es lo que me ha llevado a establecerme en las Grandes Ligas. Nunca me he conformado».
Pocos podían imaginar que aquel Suárez que estuvo por última vez en los terrenos del país en la campaña 2014-2015, aún como campocorto, con solo una vuelta entera al cuadro en 60 turnos haría ebullición con tal magnitud en su trayectoria. Pero así sucedió, con 30 años de edad ya se ubica entre los 10 criollos con mayor cantidad de jonrones en la Gran Carpa, con sus 224.
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Un slugger grandeliga en la LVBP
Eugenio Suárez encaja en la denominación del slugger. Aquel toletero caracterizado por sus conexiones de larga distancia, pero vulnerable a abanicar la brisa. En 2022 fue el pelotero con la tercera mayor tasa de ponches (31.2 %) en el Big Show con al menos 534 apariciones al plato, de acuerdo a FanGraphs. Solo fue superado por Patrick Wisdom (34.3 %) y Luke Voit (31.5 %).
El nativo de Puerto Ordaz es consciente de esa situación en el plato y a pesar de ser un ligamayorista consagrado, observa a la pelota rentada local como el lugar ideal para trabajar su enfoque dentro de la caja de bateo.
«Siempre he intentado mejorar mi zona de strike, hacerle swing a pitcheos buenos. Siempre intento enfocarme en eso, en evitar los ponches. Usar todo el terreno», explicó. «He seguido los juegos y veo a la liga super competitiva. Eso fue algo que me motivó a sacar ese permiso para jugar acá. Las ganas que tienen los peloteros de jugar es grande y yo he sido uno de esos. Mantener esa pasión por el beisbol de Venezuela nos impulsa a nosotros a regresar».
La emoción de Eugenio Suárez con Leones
Antes de desaparecer en el segundo inning el envío de Víctor Díaz, abridor de Tiburones de La Guaira, por todo el jardín derecho del parque académico, Suárez ya imaginaba ese momento. Fue presentado por Atilano Hidalgo -anunciador interno del cardumen- cuando se aproximaba a consumir el turno y recibió ovación de las más de nueve mil personas que asistieron al feudo.
«Estoy muy emocionado de regresar al Universitario y volver a vestir el uniforme de Leones del Caracas», admitió previo a ligar de 4-2 con tres carreras anotadas y una impulsada en su regreso al circuito. «Vestir el número 35 ha sido lo que más extrañaba en estos ocho años. La fanaticada, el rugido del león cada vez que iba a batear. Vengo a disfrutar cada minuto del juego».
12 juegos que pueden ser más para Eugenio Suárez
Eugenio Suárez no cerró la puerta a una posible extensión del permiso por una docena de compromisos que otorgó Seattle. Aunque admite que fue complicado lograr ese primer objetivo y solo quedará en manos de la organización nauta la posibilidad.
«Las posibilidades siempre van a estar ahí, siempre y cuando la organización me dé el permiso. Costó un poco conseguir este, pero con mi insistencia y mis ganas de jugar con este uniforme los convencí», describió. «Esperamos que pueda ser un poco más, no sabemos nada todavía, pero hasta ahora eso es lo que está pautado jugar».
Durante los tres o cuatro primero careos, el bolivarense seguirá como designado, mientras se readapta a las exigencias de la tercera base. A partir de entonces, quedará habilitado para actuar en la otrora denominada «esquina caliente».