La primera mitad de la presente temporada ha sido un verdadero desastre para los Mets de Nueva York. Un conjunto que se mantuvo activo a lo largo del invierno con distintos movimientos y que gastó más dinero que cualquier otra organización en las Grandes Ligas durante ese lapso, no debería estar casi 10 juegos por debajo de .500 (35-43 antes de la jornada del martes), en la penúltima posición de la división Este de la Liga Nacional. Ahora, para sorpresa de muchos, el alto mando de la divisa puede tratar de canjear a algunos de sus miembros y Carlos Carrasco y Omar Narváez podrían comandar esa lista.
Tras sus primeras 10 aperturas del vigente torneo, Carrasco no ha lucido como el lanzador eficiente del que disfrutó el combinado en 2022. En ese entonces, el diestro registró una sólida efectividad de 3.97, con un WHIP de 1.32 en 29 presentaciones. Sus 152 entradas lanzadas siempre causaron algo de preocupación entre los fanáticos de los Mets rumbo a la presente contienda, pues se trataba de un serpentinero de 35 años de edad, con múltiples problemas físicos en tiempos recientes y que había laborado menos de 55 episodios en la contienda previa.
Desafortunadamente para los aficionados del combinado neoyorquino, sus grandes temores se convirtieron en realidad y Carrasco ha marcado un porcentaje de carreras limpias permitidas de 6.19, con un WHIP de 1.56 en su primera decena de apariciones sobre el montículo este año. El larense también ha perdido tiempo en la lista de incapacitados en 2023 y su estado de salud para el resto del campeonato se mantiene entre signos de interrogación.
Apetecible para algunos
Sin embargo, a pesar de ese preocupante historial reciente de lesiones y de sus pálidos números sobre la lomita en lo que va de la campaña, el pitcheo abridor, especialmente cuando viene con tanta experiencia como la que tiene Carrasco, suele ser muy llamativo en el mercado de cambios. Un conjunto contendiente en necesidad de un cuarto o quinto iniciador podría interesarse por los servicios del barquisimetano, en particular si los Mets se comprometen a absorber parte del salario restante del derecho, que se declarará como agente libre al finalizar esta zafra.
Nueva York tiene la suficiente profundidad en su rotación como para poder llenar el puesto vacío que dejaría el criollo, pues el colombiano José Quintana tiene previsto salir pronto de la lista de marginados. Pero en el caso de que la directiva no quiera poner sus esperanzas en un zurdo cafetero que también viene con sus problemas físicos recientes, podrían intentar adquirir a un abridor adicional en una transacción por separado.
Esa es una estrategia que los Mets ya han utilizado en el pasado, como cuando cambiaron a Jason Vargas el 29 de julio de 2019, un día después de adquirir a Marcus Stroman. Eso le permitiría al alto mando del club entregar a Carrasco sin pedir mucho a cambio y en su lugar, plantearse la meta de liberar espacio en el roster para sumar a otro pitcher en un movimiento sin relación al anterior.
Alto costo para un suplente
Mientras tanto, Narváez se ha convertido en un receptor bastante costoso para los Mets, tomando en cuenta que ha asumido un rol de suplente desde que regresó de la lista de lesionados. La situación no es culpa del maracayero, sino de las circunstancias. Durante la ausencia del veterano, su compatriota Francisco Álvarez, quien ha sido visto como el careta del futuro en el club por muchos años, tuvo la oportunidad de establecerse en la posición como regular.
Omar Narváez is already in Port St. Lucie to work with Francisco Álvarez 🙌 pic.twitter.com/n7TODRDyrc
— SNY Mets (@SNY_Mets) February 6, 2023La tropa dirigida por Buck Showalter no tiene una necesidad real de mantener a Álvarez y Narváez en el mismo roster, a menos de que existan planes para que alguno de los dos asuma el puesto de bateador designado con regularidad y esa es una estrategia que difícilmente será posible si no añaden a un tercer receptor a la plantilla.
Narváez, de 31 años de edad, tiene una opción para la temporada que viene en su contrato, que a este punto luce difícil de ignorar. Esa es otra razón que podría motivar a los Mets a buscarle una nueva casa al aragüeño antes de la fecha límite de cambios, pues de mantenerlo en su roster este año, estarían ante la misma situación en 2024, con Álvarez como el titular indiscutible.