Carlos Hernández ha sido una de las excepciones en unos Reales de Kansas City que tienen muy pocas razones para alardear en la presente temporada. Un conjunto en pleno proceso de reconstrucción y que se encuentra camino a una temporada de 100 o más derrotas. Por si fuera poco, incluso en sus mejores momentos, los azules nunca han sido un club mediático. Pero eso no debería impedir que los pocos puntos brillantes que ha tenido la novena en la vigente campaña pasen desapercibidos.
Después de una contienda 2022 en la que registró números para el olvido, el derecho ha mostrado una cara mucho más dominante en el vigente certamen. Hasta el receso del Juego de Estrellas, Hernández había pasado por la guillotina al 28.8% de los bateadores que había enfrentado y apenas le había regalado boletos al 6.8%, ambas cifras significan topes personales en su carrera. Si bien la efectividad del nativo de Ciudad Guayana era de 3.83 – respetable, pero no excelente – su xERA marcaba 3.13 y su FIP 2.67, respectivamente. Ese FIP estaba entre los 10 mejores de todo el béisbol entre lanzadores con un mínimo de 40 entradas lanzadas.
¿A qué se debe el cambio?
Pueden existir varios motivos por los que Hernández ha cambiado por completo el rumbo de su carrera en las Grandes Ligas este año, pero estos podrían ser tres de los principales. El promedio de su recta ha subido a 99.2 millas por hora, lo que significaría un incremento de 2 mph. con respecto a su average previo. Asimismo, la velocidad promedio de su slider está en 88.9 mph., un aumento de 3 mph. Mientras tanto, ha disminuido el uso de su curva e incrementado el de esos dos envíos.
Carlos Hernández tuvo una gran relevo en la derrota contra Minnessota ⚾
Trabajó por dos entradas y un tercio, donde ponchó a 3. 🔥
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— BeisbolPlay (@beisbolplaycom) April 28, 2023En la mayor cantidad de casos, cuando un lanzador consigue pasar de una recta de 97 millas por hora a una de 99 mph. en promedio, hay un alto nivel de probabilidades de que su éxito también se incremente. A pesar de que esa velocidad ya no es tan poco común entre los serpentineros actuales como lo era en el pasado, aun así le permite al criollo posicionarse en el percentil 98 en average de la recta.
El cambio en la utilización de sus pitcheos ha sido clave para el diestro, pues a lo largo de su joven trayectoria, sus dos mejores lanzamientos han sido la recta y el slider, con un valor por carrera promedio por cada 100 pitcheos de 0.48 y 0.19, respectivamente. A su vez, su peor envío ha sido la curva, que marca -0.88 en el mismo departamento.
Control sin precedentes
Por primera vez en su carrera, Hernández está lanzando envíos en la zona de strike en más de la mitad de las ocasiones (51.7%) y también por primera vez en su trayectoria, los bateadores están haciendo contacto dentro de la zona de strike ante él en menos del 80% de las veces (78.9%).
Para continuar con los números que reflejan el cambio drástico que ha vivido el lanzallamas, los contrarios están haciendo swings a pitcheos fuera de la zona de strike en más del 30% de las ocasiones (30.4%) por primera vez desde que Hernández llegó a la gran carpa en 2020. Y mejor aún, esos toleteros están haciendo contacto a pitcheos fuera de la zona en menos oportunidades de lo que lo han hecho antes (46.8%). El venezolano tiene una tasa de abanicados del casi 30%, un tope en su carrera.
Durante años, la situación de Hernández había resultado frustrante para los Reales, porque a pesar de que las herramientas estaban allí, los resultados no figuraban. Eso tenía a muchos aficionados de la divisa con cierto temor de que se tratara de un nuevo caso de fallas en el departamento de desarrollo del club y que eventualmente el relevista sería liberado y otro equipo lograría corregir sus problemas y disfrutar de su éxito. Kansas City puede estar tranquila, cuando menos por ese punto.