Elvis Andrus ha contado con asiento de primera fila para las últimas dos grandes peleas que han tenido lugar en un terreno de las Grandes Ligas. Hace algunos años, cuando el venezolano todavía formaba parte de los Rangers de Texas, estaba defendiendo el campocorto cuando su compatriota Rougned Odor le sacudió un derechazo al dominicano José Bautista, de los Azulejos de Toronto en ese entonces, que le dio la vuelta al mundo entero a través de las redes sociales.
Y este pasado sábado, ya con el uniforme de los Medias Blancas de Chicago, defendía la segunda almohadilla cuando el torpedero Tim Anderson recibió un sólido puño de parte de José Ramírez, de los Guardianes de Cleveland, que lo llevó al suelo.
En ambas oportunidades, por supuesto, Andrus hizo todo lo posible por detener los intercambios, aunque en ese tipo de situaciones es sumamente complejo que un solo individuo pueda apagar el incendio por sí solo. De cualquier forma, el maracayero era visto como una especie de capitán dentro de aquel conjunto de los texanos y lo mismo ocurre con esta escuadra patiblanca, a pesar de que el toletero apenas cursa su primera campaña completa dentro del club.
Después de adquirirlo proveniente de los Atléticos de Oakland en medio de la contienda pasada, el alto mando del sur de Chicago optó por traer de vuelta al criollo durante el invierno, en un movimiento en el que sabían que atacarían dos problemas de una sola vez. En Andrus, los Medias Blancas obtenían a un infielder probado en el máximo escenario, con más de 2.000 imparables en la categoría y con 15 años de experiencia. Pero además, también sumaban una voz de mando dentro del clubhouse y un pelotero que cuenta con, quizás, una de las personalidades más contagiosas de toda la liga.
Como en casa, aunque no lo sea
A lo largo de sus 2.023 encuentros disputados en la gran carpa hasta antes de la jornada de este lunes, Andrus había demostrado una virtud particular para batear con tranquilidad en el Progressive Field de Cleveland. Rumbo al duelo final de la serie ante los Guardianes este pasado domingo, el dos veces invitado al Juego de Estrellas registraba un promedio de .370 puntos en 50 cotejos en dicho recinto, el mejor para él en cualquier parque de MLB.
Another one! pic.twitter.com/9J1txCzcrX
— Chicago White Sox (@whitesox) August 6, 2023Y en la faena dominical, el toletero dejó claro que el paso del tiempo no ha cambiado su habilidad de encontrar espacios vacíos en ese diamante de Ohio, con su segunda jornada corrida con tres incogibles. El último de esos hits fue un sencillo productor de dos carreras que puso arriba en la pizarra a los Medias Blancas ante el estelar taponero quisqueyano Emmanuel Clase.
«Es grandioso», le comentó el mánager Pedro Grifol al portal oficial del combinado sobre su jugador. «Tiene una gran voz allá adentro y cuenta con el liderazgo. Estoy muy orgulloso de la forma en la que ha asumido ese rol recientemente. Ha hecho un excelente trabajo de liderar y de ser un profesional», añadió.
Capacidad de recuperación
Una de las características más importantes que puede tener una presencia veterana en un equipo es la capacidad de no venirse abajo cuando las cosas marchan en contra de los planes. Andrus también demostró esa habilidad el domingo, luego de cometer un error defensivo en el quinto episodio que permitió que su compatriota Brayan Rocchio anotara en carrera.
Sin embargo, además de que la pifia no afectó su rendimiento en el cajón de bateo, el aragüeño también se colocó en una buena posición para compensar por el error en el momento más importante del choque. Era la parte baja del noveno acto, cuando Andrus realizó una buena jugada deslizándose en el hueco entre el campocorto y la tercera base para retirar a Óscar González con el primer out de dicho capítulo.
«Esa jugada fue enorme«, aseguró el lanzador Jimmy Lambert, quien dos outs más tarde registró su primer salvado como ligamayorista.