Cardenales necesitaba una movida de mata para evitar la barrida en la final de la LVBP, y parece que la inclusión de Yojhan Quevedo en el lineup fue el movimiento necesario para poner la serie 3-1.
El receptor fue el mejor del conjunto crepuscular al irse de 4-3 con un cuadrangular por todo el centro en el segundo inning, tres empujadas y una anotada.
“Me mantuve positivo esperando la oportunidad, pero esto es un trabajo de hormiga donde debemos ir juego a juego a partir de ahora”, comentó Yojhan Quevedo a José Ángel Rodríguez tras la victoria de Cardenales en la noche de este sábado.
Es de resaltar que Quevedo había sido apartado del equipo luego de un golpe que recibió al inicio del Round Robin e ingresó nuevamente al róster el 17 de enero.
El imparable que conectó en la séptima entrada fue el que marcó la diferencia, debido a que pudo remolcar a Odúbel Herrera, quien se encontraba en la intermedia, “cuando vi que Odúbel llegó a segunda, fui enfocado a dar el hit, vi la oportunidad de hacerlo y me mentalicé para lograrlo”, señaló el zuliano.
A pesar de su excelsa labor, el careta no le restó importancia al cuerpo de lanzadores de Cardenales, que pudo mantener a raya a la ofensiva litoralense, gracias a una salida de tres innings de Anderson Espinoza, pues contaba con restricciones, lo secundaron Rodrigo Benoit, Pedro García, Michele Vassaloti, quien a la postre fuera el ganador del encuentro. Y pusieron el cerrojo Silvino Bracho y Vicente Campos, quien se llevó el salvado.
“Le doy mérito a todo el bullpen, que hizo tremendo trabajo hoy. El plan lo siguieron al pie de la letra”, soltó Quevedo.
Además de Quevedo, Hernán Pérez también respondió con el madero
Otro de los protagonistas de la noche en la ofensiva cardenalera fue Hernán Pérez, el jardinero la sacó en el propio primer inning con Rangel Ravelo en base, para que los larenses se fueran arriba (3-2). “Salimos a jugar la pelota que necesitábamos jugar. Pudimos conectar buenos batazos y sacar al abridor contrario temprano. En el turno del jonrón busqué un pitcheo en la zona de strike, fui agresivo”, contó tras el encuentro.
Para Hernán lo más importante fue que pudieron respaldar la labor de los lanzadores: “La satisfacción fue que pude darle la ventaja al equipo, para volver a meter en el juego a nuestro abridor e hiciera un gran trabajo con la restricción de envíos que tenía (65 envíos)”.
“Estamos para eso y mucho más”, dijo un convencido Hernán Pérez. “El grupo de peloteros que tenemos está jugando con el corazón y dándolo todo en el terreno de juego. Esto no ha terminado, y ya hemos demostrado de lo que somos capaces”.
Este domingo se jugará el quinto juego de la final a partir de las seis de la tarde en el Antonio Herrera Gutiérrez de Barquisimeto.
