Kevin Viveros llegó a Venezuela con los pergaminos de ser una promesa del América de Cali, pero con el hándicap de tener como techo goleador tres tantos con Atlético FC, en la categoría de plata de Colombia. En Carabobo encontró su lugar en el mundo. El «Tren de Buenaventura» como se le bautizó en el Misael Delgado cerró la temporada con 21 dianas. Todo en el medio de un año amargo, por la perdida de un hijo. El delantero de 22 años logró levantarse y volverse ídolo del granate.
«Es un sentimiento inexplicable ser el goleador. Saben lo que pasé este año, con la perdida de mi bebé. Fue algo muy duro. Sé que él me estuvo guiando desde ese momento hasta hoy. Agradecido con Carabobo por confiar en mi talento (…) Cada vez coreaban mi nombre era muy bonito, gracias a todos por cantico y espero seguir con ustedes para la temporada 2023», expuso el cafetero al departamento de prensa del club.
El ariete se convirtió en el primer granate, desde Daniel Delfino (temporada 2004-05, con 19 dianas), en ser goleador de la Liga Futve al defender la casaca del Carabobo. También superó a Tommy Tobar y la marca de 20 tantos en el curso 2017. Lo hizo con su doblete en La Carolina. «Queríamos llegar a la final, pero no se dio. Logramos el objetivo de meternos a segunda fase de la Libertadores. Toca prepararnos muy bien», soltó a la prensa institucional.
Viveros, el estudioso del gol
La nueva dirigencia del Carabobo se ha caracterizado por el uso del big data y del análisis meticuloso de los videos. Sin dejar nada al azar. Esa metodología de trabajo la adoptó Viveros y le sacó provecho.
«Cuando no marcaba en dos partidos, miraba que estaba haciendo mal para volver a anotar. Hice mucho énfasis esta semana en eso. Toca seguir trabajando, porque lo que viene es más fuerte», reveló para Sello Deportivo, vía telefónica.
«Las defensas en Venezuela son fuertes, pero concluí que si uno pica al espacio, dan ventaja. Me mandaban videos de los centrales que me iba a enfrentar, sacaba mucha ventaja como hoy. Sacaba una hora para analizar a los rivales y me sirvió durante todo el torneo», contó. Ante Zamora confesó: «Me les pegaba al cuerpo, me les paraba al medio, porque sabía que en cualquier momento iban a dar ventaja y anoté».
Un perfeccionista
«Me puse una cifra y me faltó uno [risas] Me había propuesto marcar 22 goles. Contento por lograr el objetivo de ser goleador y esperando lo que pueda pasar. Pero muy feliz de lograr el primer título de goleo de mi carrera. Toca disfrutarlo con la familia y mi nueva niña que viene en camino», indicó Viveros a este portal. Sobre el tanto que guarda con más cariño, soltó: «Estos dos últimos, esos fueron los mejores [risas]».
Con la faena cumplida, solo piensa en disfrutar con su gente y en su tierra. «Tengo muchos mensajes en WhatsApp, me va tocar responderlos con calma. La gente Buenaventura está contenta. Me han invitado a muchos partidos y dicen: ‘El goleador que no puede faltar’. Quiero llegar, descansar y disfrutar con mi familia», cerró el delantero.