Llegó una de las entregas más esperadas de Transformers, el despertar de las bestias trae a los queridos Maximals que en los noventa se ganaron el corazón de millones. La séptima película del universo de los Autobots es un blockbuster en toda la extensión de la palabra y marca el inicio del “Hasbroverso”.
Los Maximals han perdido su hogar en manos de Unicron, un robot gigantesco que devora planetas y sus esclavos los Terrocons. Los que quedaron pudieron huir a la Tierra para esconder la llave Timewrap con pueden viajar entre dimensiones. Años después, específicamente en 1994 un joven neoyorquino con ascendencia puertorriqueña llamado Noah Diaz trata de robar un auto y resulta ser Mirage, uno de los Autobots que ha recibido la señal de Optimus Prime. Los Autobots se reúnen y descubren que la Timewrap es la clave para volver a Cybertron, pero tendrán que enfrentar a los Terrorcons y buscar la ayuda de los Maximals y de los humanos.
Una trama con muchos niveles y ahí es donde radican sus fallas. Traer a la mesa a los Maximals es una gran jugada, pero Transformers: el despertar de las bestias, los muestra muy poco. Todos queríamos ver a Optimus Primal, a Rattrap, Cheetor y a toda la pandilla de Beast Wars Transformers, pero no fue así. Tuvimos un refilón de los Maximals y no vimos a Predacons.
Como película esta entrega de Transformers es una continuación directa de Bumblebee y realmente funciona como una película entretenida que te muestra lo que viene para el universo cinematográfico de la empresa Hasbro, quienes son creadores de estos juguetes y también otras líneas como G.I Joe. Además, la historia que conecta humanos y robots está bien llevada para efectos de este universo.
Una batalla “marveliana” en Transformers
Los primeros dos actos de Transformers: el despertar de las bestias, están muy bien. El tercer acto es un festival de efectos con una batalla épica que rememora el estilo de Avengers Endgame de Marvel. Hay mucha inspitación de esa batalla con la de los robots, pero es algo que de ahora en adelante se repetirá muchas veces.
El director Steven Caple Jr. conocido por haber dirigido la segunda entrega de Creed realiza un buen trabajo. En otrora hubo directores como Michael Bay en la silla y llenar los zapatos del “rey de las explosiones” no es sencillo. Aquí ofrece un producto bastante entretenido con una historia compleja que se resuelve de forma simple.
El universo de Transformers aún no se ha explorado completamente y no sería raro ver una cinta con las Guerras de Bestias y por fin ver a los Maximals contra los Predacons. Es algo que hace salivar solo con pensarlo, en especial si nacista a finales de los ochenta y principios de los noventa.
Lo más importante de esta cinta de Transformes es que se expande el universo y podremos ver cosas que ya han salido en comics y que podrían funcionar en pantalla grande. Así que ojalá le vaya bien el “Hasbroverso”.