Gleyber Torres no parecía tener las credenciales recientes a comienzos de la presente temporada para optar por una extensión de contrato con los Yankees de Nueva York. El venezolano, que puede declararse como agente libre tras la culminación de la campaña 2024, había exhibido nuevamente los problemas defensivos que han manchado su hoja de vida como pelotero en el pasado y tampoco pudo encontrar la consistencia necesaria en el cajón de bateo como para poner a pensar a la directiva en El Bronx.
Las cosas han cambiado de forma considerable desde entonces. Con tan solo algunos días restantes en el calendario de la ronda regular para los Yankees, que no tienen aspiraciones clasificatorias este año, Torres se ha convertido en uno de los pilares ofensivos para el mánager Aaron Boone. Y ese desempeño, a su vez, ha transformado al caraqueño en una prioridad para los ejecutivos de la «Gran Manzana» en el venidero receso entre contiendas, en lugar de una firma de algún agente libre.
Y es que a pesar de que los inconvenientes con el guante y hasta los errores mentales a la hora de correr las almohadillas siguen presentes, el madero de Torres ha hecho más que suficiente en tiempos recientes para compensar dichas pifias. En una artillería de los Yankees que se ha quedado corta de las expectativas en todo el torneo, el dos veces All-Star registraba un promedio de .271, con un respetable OPS de .801 y un wRC+ de 121 tras la jornada del miércoles.
Halló el balance ideal
De igual forma, Torres finalmente parece haber encontrado la forma de balancear su mecánica de contacto natural con la consistencia en el poder. El camarero lideraba a todos los jugadores de su posición en la Liga Americana con 25 jonrones este año e hizo los ajustes necesarios en su swing para dirigir la pelota hacia el medio del diamante con mayor frecuencia.
Gleyber Torres voltea el juego en Boston con sencillo 🔥💥
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— BeisbolPlay (@beisbolplaycom) September 12, 2023Asimismo, la recién encontrada paciencia del criollo ha tenido un impacto importante en sus números. Su tasa de ponches cayó ocho puntos hasta 14.6%, lo que le permitió igualar al jardinero de los Medias Blancas de Chicago, Andrew Benintendi, en la undécima casilla del joven circuito.
Esos aspectos, sumados con el hecho de que el otrora prospecto ha cosechado un promedio de .302 puntos en la segunda mitad del campeonato, hacen que, de la nada, la directiva de los neoyorquinos comience a olvidarse del «-4» en el departamento de carreras salvadas a la defensiva y del «-2» en el renglón de outs por encima del promedio que registra el paleador.
Momento de tirar del gatillo
Con la inconsistencia que ha mostrado Torres en el pasado y con un año de contrato garantizado todavía frente a él, algunas personas podrían cuestionarse la razón que tendrían los Yankees para extenderlo antes del inicio de la temporada 2024, en lugar de esperar y ver cómo se desempeña el capitalino en los primeros meses del siguiente torneo antes de llevarlo a la mesa de negociación.
La razón es que, con 26 años de edad en la actualidad, el toletero ha demostrado ser uno de los camareros más productivos de toda la liga, incluso cuando no está en su mejor momento en el cajón de bateo. Por otro lado, debido a sus limitaciones defensivas, es posible que los Yankees puedan retenerlo a largo plazo con un acuerdo similar al que le dieron a DJ LeMahieu, quien firmó por seis zafras y 90 millones de dólares hace un par de años.
Gleyber Torres drives in Aaron Judge#YANKSonYES LIVE https://t.co/aRu5PF6iD2 pic.twitter.com/hHRGJR0pQU
— YES Network (@YESNetwork) September 7, 2023Por si fuera poco, Torres es digno de recibir una extensión de contrato en el club por razones que van más allá de su rendimiento entre las líneas de cal. El segunda base se ha convertido en uno de los líderes del combinado dentro del diamante, lo que se ha transformado en un tema de discusión para los Yankees luego de que Anthony Rizzo, quien suele fungir como la voz de mando del equipo en el terreno, quedara marginado por una conmoción cerebral.
Y el simple hecho de pensar en la posibilidad de que Torres pueda llevar su poder, juventud y nueva paciencia en el plato a otro conjunto, deberían ser motivos suficientes para convencer al gerente Brian Cashman de que el momento llegó.