Las malas noticias del último All-Star Game de la NBA no paran de llegar. La edición 2023 fue la menos vista en la historia de estos eventos, según cifras publicadas por el portal Sports Media Watch.
El partido de las estrellas registró unos mínimos de audiencia con un rating de 2.2 y 4.59 millones de telespectadores entre los canales de TNT y TBS. Los mínimos anteriores se situaban en un rating de 3,1 y una cifra de 61,1 usuarios.
Así pues, se trata de una caída muy sensible, con 1.5 millones de telespectadores menos que el anterior récord negativo y un descenso de 27% de la audiencia con respecto al All-Star de 2022.
Sin embargo, la NBA publicó en sus redes sociales que el seguimiento que se le dio al evento en las distintas plataformas digitales (Instagram, Twitter, NBA App) fue algo nunca antes visto.
“Esto no es baloncesto”
Como se reportó en una entrega de Sello Deportivo, el All-Star ya no es ni siquiera atractivo para sus protagonistas.
La edición 2023 dejó claras críticas públicas de jugadores como Jaylen Brown o Nikola Jokic, además de un grupo de figuras a los que se les vio sin ganas mientras estaban dentro de la cancha.
Brown, de Boston Celtics, comentó que para él el All-Star no es baloncesto, sino una “práctica de tiro glorificada”. Por su parte, el serbio Jokic aseguró que este evento no es para él. “No estoy hecho para este partido”, declaró al finalizar el encuentro.
Un juego sin defensa
El combo de muchas estrellas en un juego sin defensa perdió completamente su valor. El apretado calendario y las lesiones que van sufriendo los jugadores a lo largo de la campaña hace que la intensidad de este compromiso sea la mínima posible, dando como resultado un partido opaco y muchas veces sin sentido.
Por ejemplo, la edición de 2023 terminó con marcador de ¡184 – 175! 359 puntos en 48 minutos de juegos, una cantidad casi que inimaginable para un duelo de playoffs o temporada regular.