Piratas de La Guaira encontró oro en el Caribe en 2023

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Piratas de la Guaira llegó a una instancia a la que propios y extraños quizá visualizaban lejana. Y sí, desde el inicio de la temporada se vio como el Caribe, principalmente los dominicanos, los convirtieron en Piratas del Caribe, edición La Guaira.

La contratación del entrenador Melvyn López fue una sorpresa. De hecho, no es muy común ver directores técnicos dominicanos en la liga venezolana. Sin embargo, la directiva de los litoralenses sí tenían claras sus intenciones al firmar a este coach, algo muy distinto al caso de Cocodrilos de Caracas

López trajo consigo a tres jugadores nacidos en República Dominicana que ya los había dirigido en aquel torneo y en la selección nacional. El estilo de juego del coach caribeño se adaptó a la perfección al núcleo de criollos que mantuvo a lo largo de toda la campaña.

¿Por qué? Porque él vino a proponer merengue y se consiguió con personas que ya lo bailaban o que estaban dispuestas a aprender en pro del equipo. Un ejemplo de esto es Gilberto Hernández. El joven pívot mejoró notablemente su productividad en cancha y no se habla de números, sino de lo que aportó para el conjunto guaireño.

Ahora bien, ese mismo ritmo voraz le ha jugado en contra. No obstante, es una decisión ya tomada. Vivirán o morirán, en términos deportivos, al ritmo de Oro Sólido. 

Piratas supo dirigir el buque de importados y Draft

Un punto vital para que una franquicia en cualquier deporte mantenga vivas sus opciones de ganar e ir avanzando a medida que la temporada continúa es la adaptación.

La organización de Piratas de La Guaira se vio activa en todos los momentos que pudo mejorar su plantilla. En un inicio, dispusieron de Qyidar Davis, Rigoberto Mendoza, Miguel Dicent, Juan Miguel Suero y Adrian Forbes.

Analizando detenidamente, y sacando a los tres dominicanos, tanto Davis como Forbes calzaban en el estilo de juego que buscaba el coach López. Correr la cancha y hacerse fuerte en el rebote defensivo eran las principales metas de los litoralenses en todos los juegos.

Llegó el momento en el que Adrian Forbes ya no cuajaba en lo que le pedía la campaña a Piratas, lo sustituyeron por Milan Milosevic, un pívot europeo que aportaba tiro exterior. El ensayo con el bosnio no fue del todo exitoso y escogieron en el primer Draft a Danny Agbelese.

Superado el reto de Panteras, el siguiente rival era Cocodrilos. A La Guaira le hacía falta un combo guard (un escolta que pueda bajar el balón) para seguirle dando calidad a la segunda unidad del equipo. ¿Qué escogieron? a Yohanner Sifontes y complementaron su juego exterior con Renan Lenz.

Adentrados en la serie con los saurios, fueron dominados en la pintura. ¿Respuesta? Trajeron a un nuevo importado Emmitt Williams, y pusieron en rotación a Agbelese que había sido relegado.

¿Cómo les fue? Desde ese movimiento, no perdieron. Incluso, dejaron a Cocodrilos por debajo de 50 puntos en el juego 4 y los derrotaron en casa para acceder a la final.

Una muestra más de lo sencillo y hermoso que es el baloncesto. Piratas se encamina a la primera final de su historia y Cocodrilos escucha “El Tiburón” de Proyecto Uno.

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