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Cocodrilos no terminó siendo merengue ni tango

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Cocodrilos
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Hablar de la eliminación de Cocodrilos de Caracas sería caer en un montón de preguntas que los protagonistas no responderán y que los aficionados ya creen tener culpables. En otras palabras, es un salto de fe.

No obstante, este texto podrá servir para encontrar esas inquietudes que solo aquellos que van un poco más allá de la victoria y la derrota pueden ver.

Empezando por la confección del equipo desde la decisión de contratar a un entrenador argentino. De hecho, Gonzalo García, por cartel, era el mejor entrenador de la temporada. Fue bicampeón de la Liga de Las Américas con San Lorenzo, mismo conjunto con el que ganó dos campeonatos locales en Argentina. Además, fue parte del cuerpo técnico campeón de la FIBA AmeriCup de 2022.

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Cocodrilos no terminó siendo merengue ni tango 3

Y es aquí donde las interrogantes empiezan a florecer. ¿Sabía la directiva a qué estilo de juego apostar y si García engranaba en él? o ¿era García el que iba a determinar el ritmo y forma de jugar de los saurios?

Ante estas dos preguntas, encontramos dos posibles caminos. Probablemente, el tren dirigencial de los capitalinos fue más por el nombre que por otra cosa. Porque los jugadores que le trajeron al entrenador argentino como importados distan mucho de lo que se profesa en tierras sureñas, aunque más adelante hablaremos de esto.

Y, en caso de que el estilo de juego fuera exclusivamente dictado por el técnico gaucho, nunca contó con los jugadores para llevar a cabo su idea. Ni siquiera en los movimientos en plena campaña, Cocodrilos pudo parecerse a un conjunto dirigido por un argentino.

El Caribe y su impacto en Caracas

Hace unos meses, se publicó en este mismo portal una explicación de cómo el Caribe era el elixir de la vida y, al mismo tiempo, el veneno de Cocodrilos de Caracas. En aquella ocasión, el entrenador era Carl Herrera y llevó al equipo a la final de la primera edición de la SPB.

Para la presente campaña quisieron repetir la fórmula del “éxito”. Básicamente, copiarse a sí mismos. Y es en este punto en el que volvemos a la pregunta inicial: ¿Sabía la directiva de Cocodrilos a qué estilo de juego apostar y si García engranaba en él?

De las cualidades de cada jugador dominicano, entiéndase Luis Montero, Luis Santos y Juan Guerrero, no corresponde hablar. Porque, de hecho, este texto no se trata de eso, sino que va más allá de agarrar la pelota y meterla. Pero, imaginense este escenario: un recital de tango al que invitan a un grupo de merengue…

Ahora bien, ¿cuántas veces se ha visto que un jugador dominicano, por su estilo de juego, cale a la perfección en un sistema táctico de la liga argentina de baloncesto? Es complicado encontrar casos así. ¿Por qué? Porque se juegan a ritmos y criterios distintos.

Quizá el que mejor se vio bajo las órdenes de Gonzalo García fue Luis Santos, que venía de jugar en Uruguay. 

Entonces, ¿de quién es la culpa?

El fanático de Cocodrilos ya se expresó a través de las redes sociales y manifestó su molestia ante la caída del equipo en instancias “inesperadas”. El culpable señalado fue Gonzalo García, seguido por la gerencia.

Si utilizamos a la fanaticada sauria como juez, despidiendo a técnico y contratando a otro DT los problemas se solucionan. Pero, ¿quién contratará al nuevo entrenador? ¿Quién tomará las decisiones? Exacto, el mismo grupo que tomó las previas. Es decir, se viviría en un bucle constante en el que solo la afición se vería afectada.

Como dice una canción de Juan Luis Guerra,

Tira la palanca y endereza
Que la guagua va en reversa
Ehh, la guagua va en reversa
Que la guagua va en reversa

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