Osleivis Basabe ha tenido el tipo de desempeño en los entrenamientos primaverales que obliga a todo el equipo a observarlo con cautela. Son los rendimientos que ponen a sacar cuentas en las oficinas de las organizaciones y a repasar los números que dejó el pelotero en temporadas recientes en las menores, con miras a descifrar qué le hace falta para dar el gran salto al máximo escenario.
En sus primeros 11 compromisos en el spring training de los Rays, el zuliano registró un abultado promedio de .474, con un doble, un cuadrangular, ocho carreras remolcadas, dos boletos recibidos, otro par de bases robadas y un OPS de 1.208 puntos.
Después del desafío del pasado viernes ante los Bravos, el dirigente Kevin Cash admitió que no conocía mucho sobre Basabe antes de la apertura de este campamento primaveral; sin embargo, es casi un hecho que el criollo no volverá a pasar fuera del radar del mandamás de ahora en adelante.
De lo mejor hasta ahora:
«Ha sido un punto brillante«, le comentó Cash al portal oficial de Tampa Bay hace unos días. «Entra en la caja, luce enfocado en cada pitcheo. Sale de la banca y destroza la pelota».
La producción del séptimo mejor prospecto de los Rays en la actualidad no es cuestión de suerte. Osleivis Basabe aseguró que tuvo una temporada muerta de mucho trabajo y preparación, que ahora está dando los resultados esperados.
«Gracias a Dios me siento bien. Pienso que todo el trabajo que realicé durante el receso entre campañas me está ayudando», indicó el infielder. «Hacer todas las cosas pequeñas, trabajar en los fundamentos del juego me ha ayudado«, agregó.
Parte de su preparación en el invierno incluyó una breve participación con las Águilas del Zulia en la pelota venezolana. Basabe disputó 11 desafíos con el conjunto rapaz y conectó para promedio de .211, con un triple y cuatro pasaportes recibidos.
El venezolano fue adquirido por parte de los Rays en diciembre de 2020, en el mismo cambio que llevó al inicialista Nathaniel Lowe a los Rangers. Entre dos categorías distintas de las granjas en 2022, Basabe registró una línea ofensiva de .324/.385/.462, con 39 dobles, cinco triples, cuatro cuadrangulares, 47 fletadas y 21 almohadillas estafadas.
«Simplemente es algo que me viene natural«, señaló la promesa.
El siguiente objetivo es la fuerza:
Además de su velocidad en las bases, la carta de presentación de Osleivis Basabe como pelotero es su disciplina en el plato y capacidad de conectar la pelota con contundencia. El oriundo de Bobures marcó una tasa de ponches de 11.9% en la temporada anterior y su contacto en la zona fue del 91%. Ambas cifras se hubiesen posicionado entre las mejores 25 en las Grandes Ligas en 2022.
No obstante, como todo prospecto, Basabe tiene tareas pendientes en su desarrollo como jugador. En el caso del criollo, se trata de incluir más poder en sus conexiones, pues solo acumula ocho bambinazos en 1.091 encuentros en las ligas menores.
«Definitivamente puedo ver que es algo en lo que necesito trabajar y algo en lo que trabajé durante la temporada muerta«, contó Basabe. «Este año, entre todas las pelotas que he puesto en juego, creo que he conectado más de ellas en el aire».
Y el pasado 26 de febrero, la joya recibió parte de los frutos por ese trabajo, cuando sacudió un vuelacercas con las bases llenas frente a los Medias Rojas.
«Quizás está descifrando algo. Siempre ha demostrado la habilidad para batear. Ahora estamos empezando a ver cómo sacude la pelota hacia las brechas en los jardines», señaló Cash. «Será interesante ver cómo se desarrolla esta temporada para él«.
Si bien todavía se desconoce en qué categoría comenzará Osleivis Basabe su campaña, el zuliano no se preocupa por eso. Con este sólido desempeño primaveral, Tampa Bay no lo perderá de vista en donde quiera que esté.
«Voy a sacar provecho de mi tiempo aquí y estaré agradecido por ello al mismo tiempo», concluyó.