Miguel Rojas se mantiene optimista ante el arribo de nuevos refuerzos a los Dodgers

Andres Espinoza
Andres Espinoza
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Miguel Rojas sabía que para mantener un puesto de titular con los Dodgers de Los Ángeles, una divisa que año tras año parte como favorita a ganarlo todo, la producción ofensiva tendría que estar presente de forma regular. Desafortunadamente para el venezolano, su madero no ha estado a la altura de su habitual sólida defensa, lo que llevó al alto mando de los californianos a buscar otras alternativas para el cuadro interior antes de la fecha límite de cambios de este martes.

Los Dodgers se hicieron de los servicios del puertorriqueño Kiké Hernández y del dominicano Amed Rosario en cambios separados en la última semana. El primero, que ya estuvo con Los Ángeles en el pasado, tiene la habilidad de jugar en múltiples posiciones, entre ellas el campocorto, pero también en los jardines. Mientras tanto, el segundo es principalmente visto como una opción en el infield. De cualquier forma, cada uno de ellos significa un espacio más pequeño para que Rojas pueda figurar en la alineación del mánager Dave Roberts.

«Pienso que estamos obteniendo más profundidad», le comentó el mirandino a la prensa norteamericana en días recientes. «Cuando has estado jugando en el campocorto durante los últimos años es realmente difícil moverte a otra posición, pero es algo que tengo que hacer«, agregó.

De vuelta al comienzo

Cuando los Dodgers adquirieron a Rojas proveniente de los Marlins de Miami durante la temporada muerta, todo parecía indicar que la idea del alto mando de la divisa era utilizarlo como una especie de utility dentro del cuadro, debido a la presencia de Gavin Lux, quien había sido nombrado como el torpedero titular del combinado para 2023.

Sin embargo, Lux sufrió una lesión durante los pasados entrenamientos primaverales y no podrá regresar hasta la próxima campaña, lo que motivó a Roberts y compañía a cambiar sus planes iniciales de forma drástica y entregarle el puesto a Rojas en bandeja de plata. Ahora, ante la baja producción ofensiva del veterano, que llegó a la jornada de este miércoles ligando para .216/.272/.261 en 78 cotejos, además del arribo de Hernández y Rosario, el criollo parece haber retomado el rol que inicialmente estaba previsto para él dentro del club.

«Siento que tengo más experiencia que Amed en este momento jugando en la segunda base. Quizás Kiké pueda jugar en la intermedia también, aunque hoy (viernes) está en el jardín central. Así que será una rotación dinámica. Me parece que el tiempo de juego siempre estará si continúas haciendo las cosas bien», expresó el nativo de Los Teques.

Otro mentor

Hace algunas semanas, Roberts aseguró que Rojas se había convertido en una especie de «mánager en el campo» para los Dodgers, gracias a su sólida defensa y a su liderazgo. Si bien su tiempo de juego luce cada vez más limitado, la organización espera poder seguir exprimiendo esas habilidades del venezolano cada vez que se presente la ocasión.

A pesar de que Hernández y Rosario cuentan con amplia experiencia en las Grandes Ligas a lo largo de sus respectivas carreras, Rojas todavía podría servir como una especie de mentor defensivo para ellos, por lo menos a la hora de cubrir las praderas cortas y la segunda almohadilla.

Esa fue una tarea que el experimentado jugador con 10 temporadas en las mayores ya tuvo previamente en el año, cuando sirvió de guía para el prospecto cubano Miguel Vargas, ayudándolo a reforzar sus habilidades como camarero.

Dentro o fuera de la alineación, Rojas parece tener un rol importante en estos poderosos Dodgers, que pueden haber encontrado fuentes de mayor producción en el cajón de bateo antes de la fecha límite de cambios, pero a los que no les será tan fácil reemplazar la personalidad y liderazgo de «Miggy Ro».

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