Luis Sojo: «Creo que la actitud del pelotero de Tiburones cambió»

Andres Espinoza
Andres Espinoza
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Luis Sojo tomó asiento en el dugout de la izquierda del Estadio Monumental Simón Bolívar hace varias semanas atrás para conversar con la gran cantidad de medios presentes sobre su estrategia como nuevo gerente deportivo de los Tiburones de La Guaira y la actualidad de un equipo que parecía sumergido en polémica y decepción.

El cuatro veces campeón de la Serie Mundial como pelotero activo, que venía desempeñándose hasta ese momento como analista de béisbol en Canal I, no escondió su preocupación ante la montaña que había frente a él, pero en ese instante optó por recordar el nombre de su libro, «Yo mismo soy«, para destacar que con esa frase en mente comenzaría a trabajar por un cambio drástico en la organización.

Los primeros movimientos de Sojo no resultaron para nada alentadores ante los ojos la afición del combinado. Cambios que parecían entregar en bandeja de plata a piezas que lucían como parte fundamental del futuro cercano de la divisa para traer, en su lugar, a jugadores, muchos de ellos veteranos, con la misión de ganar ahora. Alberto Díaz, que asumió las riendas de la gerencia general al mismo tiempo en que el petareño tomó el control del área deportiva, señaló en su momento que el equipo buscaría reforzar su pitcheo con «los mejores brazos importados disponibles«. Fue una promesa que no se cumplió de inmediato y la fanaticada comenzó a caer en la desesperación.

Críticas iban y venían para la nueva Junta Directiva de los escualos, que se mantuvo trabajando en silencio. Los canjes empezaron a generar el efecto deseado, los forasteros empezaron a llegar y a producir. Oswaldo Guillén regresó como mánager a la divisa y Carlos Zambrano hizo magia como instructor de pitcheo.

Todo se juntó para que este pasado sábado, previo al encuentro en el que Tiburones eliminó a Leones del todos contra todos y dejó la mesa servida para una final, la segunda corrida para los escualos, esta vez contra Cardenales, Sojo pudiera charlar nuevamente con Sello Deportivo sobre una gestión que ya tiene algunos meses y que, pese a los pronósticos iniciales, ha probado ser muy exitosa hasta ahora.

Un chaparrón de la nada para Sojo

¿Qué fue lo más complejo de tomar la gerencia deportiva en ese momento?

Lo más difícil fue que tres días después de agarrar el puesto tuvimos el draft y había que proteger a 60 peloteros de 200 y pico que tiene la organización de Tiburones. Fue un dolor de cabeza.

Se hicieron varios cambios en cuestión de días tras la llegada de la nueva Junta Directiva. ¿Ser agresivos desde el comienzo de la gestión siempre fue el plan?

Creo que sí. Cuando haces cambios, tratas de engranar a un equipo, la gente quiere resultados de inmediato y eso no va a pasar en la pelota. Hoy en día estamos recogiendo los frutos de todo eso que hicimos. Eso para nosotros ha sido fundamental. Nadie quiere tomar una mala decisión, pero tienes que darle tiempo. La tomas y cruzas los dedos. La pelota es impredecible.

Creo que la actitud del pelotero de Tiburones cambió. Sabíamos que el talón de Aquiles, no solo de La Guaira sino de la liga, era el pitcheo, así que nos enfocamos en eso. La incorporación de Oswaldo Guillén fue clave. Han sido varias decisiones y momentos que se han presentado y han beneficiado al equipo.

¿Cómo lidiaron con las críticas iniciales en las oficinas?

Las críticas siempre van a estar a la orden del día en el deporte y como gerente mucho más. Se me hizo relativamente fácil todo porque estaba transmitiendo los encuentros y estaba viendo la liga. No me trajeron de una caja para ponerme ahí. Empezamos a evaluar, no solo Luis Sojo, sino un grupo de personas, como Alberto Díaz, Richard Díaz (miembro de la gerencia de Tiburones), la directiva en general, los scouts que hicieron un excelente trabajo. Siempre tratamos de tomar la mejor decisión, pero el que no tenga material para aguantar críticas que se quede en su casa. Gracias a Dios ahorita todo va bastante bien.

Antes y después en Tiburones

¿Qué tanta diferencia marcó la toma de poder de Ozzie Guillén?

Todos sabíamos el pedigrí de Guillén como mánager, eso nadie lo discute. Pero muchas veces los clubhouses se ponen difíciles y hay que buscar a alguien con ese perfil. No estoy diciendo que nosotros tuvimos problemas ni mucho menos; al contrario, todos los peloteros saben en dónde estamos parados y qué queremos lograr. Pero siempre ese respeto en un dugout es fundamental. No digo que Edgardo Alfonzo no lo tenía, solo que cuando hay cambios debes ser drástico y definitivamente nos ha beneficiado como organización.

Se le conoce como el «Señor de los Anillos» por la gran cantidad de títulos que obtuvo en su carrera. ¿Qué se le puede decir a este grupo que está tan cerca de lograr el objetivo, pero que todavía tiene camino por recorrer hasta materializarlo?

No soy el más idóneo para hacer un mitin. Ya Oswaldo hizo uno grande. Pero creo que como pelotero tienes que mentalizarte y decir que si trabajaste todo el año es para estar acá. Hay que salir todos los días a dar el 100%, independientemente del resultado del juego. Si eres casado, que llegues a tu casa con tu esposa y le puedas decir que lo diste todo. Pero lo triste es llegar y pensar en qué habría pasado si hubiera hecho esto o aquello. Ese es el mensaje que le doy a ellos de forma individual cuando me cruzo con cada uno en el camino.

Hay mucha expectativa con respecto a un posible regreso de Ronald Acuña Jr. para la gran final. ¿Es una posibilidad para ustedes?

Nunca lo hemos descartado, su puesto está abierto. Conociendo a Ronald no se sorprendan si se aparece por ahí en cualquier momento, pero sabemos que los Bravos han prohibido su participación. Ahora, con Ronald siendo Ronald, no lo sabemos.

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