Carlos Hernández vivió una temporada 2022 en la que su futuro como ligamayorista llegó a ser puesto entre signos de interrogación. Con una efectividad de 7.39 en 27 apariciones, siete de ellas como iniciador, el venezolano no parecía llenar las expectativas de los Reales de Kansas City, en ninguno de los dos roles. Pero la juventud del derecho y su capacidad de alcanzar triple dígito en la pistola motivaron al alto mando de la organización a brindarle tantas oportunidades como fueran necesarias. Por fortuna para ellos, el lanzallamas necesitaba de solo una más.
Hernández, de 26 años de edad, ha despegado como serpentinero en las Grandes Ligas este año. Encontró su casa en el bullpen y ha brillado en cada una de las asignaciones que ha recibido hasta ahora. Eso incluye el puesto de taponero momentáneo, luego de que los Reales cambiaran a su cerrador Scott Barlow a los Padres de San Diego recientemente. El nativo de Ciudad Guayana registró el primer salvado de su carrera en el máximo nivel el pasado domingo 30 de julio.
«En verdad no piensas en el salvado», le comentó Hernández a The Kansas City Star. «Estaba allá afuera y solo pensaba en ayudar al equipo y cerrar el inning. Y después de eso es cuando caes en cuenta de que conseguiste tu primer rescate. Me dieron la pelota, regresé y me sentí muy bien», agregó.
No pierde el sueño:
Es indiscutible que para cualquier relevista tiene que ser tentadora la posibilidad de convertirse en taponero. No solo significa recibir mayor crédito por su colaboración en las victorias del equipo, sino que también puede transformarse en un mejor ingreso económico a mediano y largo plazo.
Hernández tiene una efectividad de 4.20, un WHIP de 1.06 y 66 ponches en 55 entradas y dos tercios de labor en la presente temporada, en la que ha trabajado en todos los episodios posibles desde el cuarto hasta el noveno.
Carlos Hernández 💯💯 pic.twitter.com/uQuLvJ0B9m
— Rob Friedman (@PitchingNinja) July 30, 2023El diestro aseguró que no ha tenido ninguna conversación con el cuerpo de coaches sobre un posible nombramiento oficial como el nuevo cerrador del club y tampoco se mostró urgido por sostener dicha charla.
«Tenemos un bullpen muy bueno y se siente como si cualquiera allí pudiera completar el trabajo«, expresó el brazo. «Solo tienes que cuidar mucho las oportunidades cuando las recibes».
Lo que sí es seguro es que el progreso de Hernández para manejar las situaciones de alta presión en los desafíos ha sido una grata sorpresa para el coach de pitcheo Brian Sweeney, quien estuvo con los Guardianes de Cleveland hasta la pasada campaña.
Cierta similitud:
Los Reales utilizaron a Hernández como un «opener» en cuatro oportunidades distintas entre los meses de mayo y junio. Eso llevó al mismo Sweeney a comparar el camino de Hernández hasta los momentos con el de Ryne Stanek con los Rays de Tampa Bay, organización de la que proviene el mánager actual de Kansas City, Matt Quatraro.
Stanek fue uno de los «openers» inaugurales de los Rays, pioneros en la utilización de esta función para los lanzadores, y ahora se encuentra trabajando las entradas finales para los Astros de Houston.
«Estos chicos se desarrollaron como grandes relevistas después de empezar como ‘openers’, ¿cierto?«, recordó Sweeney.
Además de dicho pasado, la adrenalina de lanzar en el Clásico Mundial de Béisbol con Venezuela también puede haber contribuido al desarrollo de Hernández como relevista de alta presión, al igual que su participación en la Liga Venezolana de Béisbol Profesional con los Leones del Caracas.
«Ese ambiente es en verdad de postemporada. La afición está metida en el juego, es como un ambiente de pelota invernal, en el que Hernández ha jugado y que yo tuve la fortuna de disfrutar también», indicó Sweeney. «Son apasionados del juego, de sus países y de competir por ellos. Definitivamente los prepara para el éxito«.