En cada año previo a la celebración del Clásico Mundial de Béisbol, en particular después de la primera edición en 2006, es normal que las ligas invernales abran sus puertas para algunas de las principales figuras de sus países en las Grandes Ligas y en distintos circuitos de alto nivel. La Serie del Caribe, sin embargo, ha probado ser un caso completamente opuesto.
Silvino Bracho, por ejemplo, no pudo acompañar a los Leones del Caracas a la actual edición del torneo, que está llevándose a cabo en Caracas y La Guaira, porque su nueva organización en el béisbol organizado, los Rojos de Cincinnati, le puso a elegir entre participar en dicho torneo o acudir al Clásico Mundial con Venezuela.
Bracho, como era de esperarse, optó por descansar para un posible llamado del mánager Omar López para la competición de naciones, que dará inicio el próximo 8 de marzo.
Afecta a toda la región
Pero el caso del relevista zuliano está lejos de ser único. En los diferentes circuitos de la zona, hubo varios casos de jugadores que no tuvieron la posibilidad de acompañar a sus combinados campeones a la cita en Venezuela y el CMB se presenta como el principal obstáculo detrás de ello.
«Con todo el respeto para los muchachos que están acá, también hay que tomar en cuenta que varios jugadores que pudieron haber asistido a esta serie con nosotros, no lo hicieron porque se están preparando o descansando para el Clásico», indicó el mánager de Panamá, José Mayorga, en la rueda de prensa posterior al último choque de su equipo en la fase inicial, en la que finalizaron con récord de 3-4.
¿El principal afectado por el Clásico Mundial?
En otros casos, como el de Cuba, las ausencias pueden pasar de «algunos» a «muchos». El combinado antillano, que cerró su decepcionante participación en el «Clásico del Caribe» con récord de 1-5, lució con un nivel considerablemente menor al del resto de las siete naciones en el evento, incluyendo al debutante Curazao, que si bien fue la única víctima de los cubanos en el torneo, tuvo un desempeño general mucho más aceptable.
«Nadie quiere poner excusas, pero también es un hecho que varios de los jugadores que pudieran estar acá y que fueron importantes en la Serie Nacional, ya se encuentran en Japón para los preparativos del Clásico», explicó Carlos Martí, estratega de una Cuba que forma parte del Grupo B en el CMB, cuyos juegos tendrán como sede el Tokio Dome de la capital nipona.
Al final, todo se reduce a un simple supuesto, pero sería una razón poderosa para justifica el pésimo desempeño cubano en la Gran Caracas, especialmente el de un staff de pitcheo que marcó una efectividad colectiva de 6.57, por mucho la peor de la competencia.
«No sabemos qué podía haber pasado si ellos asistían, pero hubiese sido interesante saberlo«, comentó Mayorga.