Webb explicó las razones del impase con Venezuela: «Si se molestan, no me importa»

Andres Espinoza
Andres Espinoza
Prensa Serie del Caribe
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Braden Webb era un completo desconocido para la inmensa mayoría de fanáticos venezolanos hasta hace algunos días. Ahora, si bien muchos continúan sin familiarizarse con su nombre, el rostro del lanzador norteamericano es un poco más recordado. Todo esto después de un pequeño impase que tuvo con fanáticos y jugadores de Venezuela el pasado viernes.

El derecho, de 27 años de edad, fue el serpentinero seleccionado por los Indios de Mayagüez, representantes boricuas en la actual Serie del Caribe, para medirse a los Leones del Caracas venezolanos. Webb hizo un respetable trabajo durante los tres innings y un tercio en los que estuvo sobre la loma del Estadio Jorge Luis García Carneiro de Macuto, permitiendo apenas tres hits y una carrera, aunque regaló cuatro boletos y ponchó solo a uno.

Pero el momento más importante de su estadía en la loma llegó cuando dominó a uno de los bateadores del combinado local y procedió a colocarse el dedo índice de su mano derecha sobre los labios, como indicándole al público presente que era tiempo de hacer silencio.

Lo que es igual no es trampa

El gesto no cayó nada bien con los fanáticos, que comenzaron a abuchear al nativo de Oklahoma, quien también recibió palabras de algunos de los jugadores melenudos, incluyendo al torpedero Orlando Arcia, quien se encontraba en el círculo de espera.


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«Soy un lanzador muy emocional. Cuando estoy allá afuera hago lo mío», comentó Webb este martes, previo al sexto choque de Puerto Rico en la competición caribeña. «Ves a tipos batear jonrones de 450 pies y quedarse parados en el plato observándolos. Pero entonces los bateadores se molestan cuando el pitcher celebra o manda a callar un poco al público», agregó.

La situación no pasó a mayores y el diestro pudo continuar en el juego. Tampoco hubo ningún expulsado. Sin embargo, tan solo algunos instantes después del gesto, el dirigente Max «Mako» Oliveras salió a conversar con Webb, en lo que parecía un claro intento del mandamás por calmar a su lanzador.

«Siempre sale y me da un golpe en el pecho. Básicamente me dice que me ama en su forma muy particular«, señaló Webb con una sonrisa sobre la conversación que sostuvo con Oliveras en ese entonces.

Sin arrepentimientos para Webb

De cualquier forma, el brazo, que se encuentra disputando su segunda Serie del Caribe, aseguró que si bien no tiene ningún inconveniente personal con los jugadores del Caracas, no se arrepiente de lo ocurrido, pues «es bueno para el béisbol«.

«Me gusta hablar un poco de basura, pero creo que es bueno para el juego. Creo que este es el estilo al que el béisbol va dirigido. Si la gente se molesta por eso, en verdad no me importa. No estoy aquí para intentar pelear, sino para divertirme. Si puedo meterme un poco en tu cabeza, quiere decir que la estoy pasando muy bien, porque eso significa que te gané ese día. Algunas veces te van a ganar y en otras tú vas a triunfar. Es la manera en la que juego», añadió.

Asimismo, Webb explicó que no solo es su estilo personal de juego, sino que también es compartido por el resto de sus compañeros en Puerto Rico, incluso aquellos que eran sus rivales en la pelota invernal boricua.

«Los chicos en el equipo de Puerto Rico contra los que jugamos me hacen lo mismo a mí y cuando estamos juntos les encanta. Son buenos tiempos», cerró.

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