Carlos Carrasco abrirá la temporada 2023 como el tercer abridor de mayor edad en la rotación de los Mets de Nueva York, a sus 36 años. Los experimentados Justin Verlander y Max Scherzer están llamados a comandar un staff de iniciadores que promete ser una de las fortalezas de la tropa metropolitana en su intento por regresar a la Serie Mundial.
Pero si bien mucha de la algarabía por la venidera contienda de los Mets ha estado alrededor de Verlander y Scherzer, el venezolano tendrá una asignación mucho más importante de lo que puede parecer a primera vista. Después del par de «ases», el mánager Buck Showalter tiene sus esperanzas puestas en la capacidad de Carrasco de absorber, con efectividad, múltiples entradas.
Luego de perderse la mayor parte de la campaña 2021, su primera con el uniforme de los Mets, por una lesión en la corva, el diestro tiene mucho por probar en esta venidera zafra. En especial porque cuando logró subir a la loma ese año, su desempeño estuvo lejos del esperado.
¿Qué tan real fue su reivindicación?
Sin embargo, la historia fue diferente para el nativo de Barquisimeto en 2022, cuando realizó un total de 29 aperturas y registró una efectividad de 3.97, con un FIP de 3.53. Su consistencia fue de gran valor para Nueva York durante la temporada, principalmente debido a los problemas físicos con los que lidiaron Scherzer y Jacob deGrom, así como también Tylor Megill.
En esta oportunidad, la presencia de Carrasco será aún más relevante tras la pérdida del colombiano José Quintana, quien no tiene previsto regresar a lanzar con el club sino hasta mediados del torneo.
Según las proyecciones de Fangraphs, Carrasco podría lanzar unos 108 episodios a lo largo de 22 aperturas este año. La efectividad del larense proyecta estar alrededor de 4.35 y su FIP en 4.24.
A pesar de que dichos números no coincidan con el rendimiento que tuvo el veterano en la temporada anterior, van ligados a su edad, sus problemas físicos del pasado y cómo podría responder su brazo, a estas alturas, tras lanzar 152 entradas en 2022 por primera vez desde 2018.
Si Carrasco tiene la capacidad de repetir el éxito que tuvo hace un año atrás y logra mantenerse sano durante por lo menos la mayor parte del torneo, los Mets lucen como unos serios candidatos a representar a la Liga Nacional en el «Clásico de Otoño».
La otra cara de la moneda
No obstante, en el caso opuesto, si el criollo se presenta con una versión mucho más parecida a la de 2021, con problemas físicos constantes e ineficacia sobre el montículo, el alto mando de los neoyorquinos podría enfrentar la siempre temible prueba de cuán profundo es su roster.
En estos momentos, lanzadores como Joey Lucchesi y el mismo Megill se asoman como opciones internas que podrían ayudar al club en el caso de alguna emergencia; pero indudablemente que no son piezas que deberían conformar una rotación de un equipo con aspiraciones tan grandes como la de los Mets del propietario Steve Cohen.
Quizás la alternativa más probable en el caso de alguna falla con Carrasco sea buscar ayuda en el mercado de canjes, aunque esa también podría ser una forma de probar la profundidad del equipo, en caso de que las piezas solicitadas a cambio formen parte de la plantilla ligamayorista.
De cualquier forma, es evidente que la actuación de Carrasco será mucho más determinante para las aspiraciones de los Mets de lo que podía parecer a primera vista. Si Scherzer y Verlander pueden o no mantener sus habituales ritmos élite será la historia principal de su temporada, pero el comodín que representa el venezolano viene con guion de protagonista inesperado incluido.