Carlos Mendoza era visto, desde hace mucho tiempo, como un mánager en potencia en las Grandes Ligas. Durante varios años, el venezolano fue la mano derecha de Aaron Boone en el banquillo de los Yankees de Nueva York y parecía que era cuestión de que se abriera alguna ventana para que finalmente pudiera tomar las riendas de un clubhouse. Esa oportunidad se presentó en la «Gran Manzana», aunque no en el Bronx, sino en Queens, con los vecinos Mets, que lo contrataron con la misión de que pueda encaminar a un equipo que decepcionó a todos en 2023.
Los primeros pasos rumbo a ese objetivo comenzaron a darse esta semana, con el inicio de los entrenamientos primaverales de los metropolitanos. Desde allí, Mendoza envió un mensaje claro para los detractores del club e incluso para aquellos aficionados del mismo que han perdido la fe tras varios intentos fallidos en tiempos recientes. Los Mets van a competir en 2024, esa es la promesa que hace el barquisimetano a semanas del arranque de la venidera temporada de las mayores.
«Tenemos mucho talento», les comentó Mendoza a los medios de comunicación presentes en el complejo primaveral de su combinado en Port St. Lucie. «Estamos emocionados con los jugadores que tenemos y no solo con los que están establecidos, que han estado aquí y han tenido mucho éxito, sino también con los peloteros más jóvenes. Tenemos mucha profundidad», agregó.
Hay fortaleza en la versatilidad
En un calendario de 162 desafíos en la ronda regular, la capacidad de un conjunto de reposar sobre la flexibilidad suele ser fundamental a la hora de pensar en octubre. Es por eso que Mendoza se siente tan confiado con sus muchachos previo al inicio de su torneo inicial como dirigente en el máximo escenario, porque disfruta de lo que ve en cuanto a la profundidad y versatilidad de su plantilla.
Carlos Mendoza does some tossing on the field: pic.twitter.com/VTWppvHWes
— SNY (@SNYtv) February 13, 2024«Siento que la gerencia hizo un muy buen trabajo de traer a muchas piezas distintas para el roster. Realmente nos sentimos bien con nuestra profundidad, bien sea con los jugadores de posición o con los mismos lanzadores», aseguró.
Después de sucumbir en la Serie de Comodines en 2022, los Mets ni siquiera pudieron alcanzar los playoffs en el certamen pasado, a pesar de que el propietario Steve Cohen invirtió gigantescas sumas de dinero en el anterior receso entre temporadas con miras a que la divisa pudiera llegar a su primera Serie Mundial desde 2015, cuando perdieron en cinco choques. Al final, Nueva York culminó con un pobre balance de 75-87, en el cuarto puesto de la división Este de la Liga Nacional.
Mendoza no piensa en empezar de cero
Cuando las organizaciones acumulan varias campañas consecutivas sin poder conseguir sus objetivos, no es extraño que sus directivas opten por tomar el camino de la reconstrucción y recortar gastos por algunos años, mientras refuerzan sus granjas, con la esperanza de volver a intentarlo más adelante.
No parece ser el caso de los Mets que, si bien no ganan un título del «Clásico de Otoño» desde 1986, buscarán pelear de tú a tú contra los monstruos de su división este año, en especial los siempre favoritos Bravos de Atlanta.
«Es Nueva York, todos saben lo que significa esta ciudad. Cada vez que estás en el estadio y compites, quieres ganar, aunque entiendes que hay trabajo por hacer», señaló Mendoza. «Esas son nuestras expectativas. En verdad nos sentimos bien sobre nuestro grupo, sobre el equipo. Hay mucho talento y tienen hambre. Tenemos a algunos jugadores establecidos y otros jóvenes que están tocando la puerta. Estamos emocionados de poder verlos jugar y hacer lo suyo», cerró.