El campamento primaveral de los Angelinos de Los Ángeles, en Tempe, Arizona, se revolucionó desde el martes. La llegada del mejor bateador latinoamericano en la historia de las Grandes Ligas activó los focos. Ni siquiera el hecho que se reportara en un rol distinto, le restó relevancia a su presencia. Albert Pujols luego del retiro cumplirá funciones como asistente especial de la organización, y habló con Rhet Bollinger, de MLB.com, sobre lo que espera del año 2023.
El dominicano, que puso fin a su histórica carrera de 22 campañas, en la zafra anterior, tiene como objetivo próximo convertirse en un mentor para los jugadores jóvenes de la franquicia. A pesar de que los serafines le dejaron en libertad en 2021, el cuarto jugador con al menos 700 jonrones en la Gran Carpa (terminó con 703), no guarda rencores.
«Simplemente fue parte del negocio. Así son las cosas. No hay nada que me esté impidiendo hacer nada”, mencionó Pujols. «Mi trabajo es el mismo que el de muchos veteranos que me ayudaron a mí al principio. Es mi deber ayudar a estos muchachos a mejorar y convertirse en las superestrellas que quieren ser”.
De acuerdo al reporte de Bollinger, el quisqueyano será un instructor especial durante los Entrenamientos Primaverales, y una vez comience la temporada regular, tiene previsto pasar algún tiempo en la academia de los Angelinos, en República Dominicana.
Albert Pujols luego del retiro ¿pudo regresar?
Tras batear 18 jonrones con 48 carreras empujadas y dejar promedio de .323, además de un astronómico OPS de 1.103 durante la segunda mitad del certamen pasado, pocos podrían dudar que si Pujols lo hubiese querido, seguiría como pelotero activo para el venidero curso. Pero para él ya es cosa del pasado.
«La gente no para de preguntarme si lo echo de menos», admitió a Bob Nightengale de USA Today Sports. «En serio, no lo echo de menos. Fue divertido. Tuve una gran carrera, pero estoy quemado. ¿Puedo seguir haciéndolo? Por supuesto, pero no lo quiero».
Lea también: Un digno adiós para dos magnos peloteros
Pujols quedó a solo 11 vuelacercas de Babe Ruth en el podio vitalicio, y un poco más atrás tanto de Hank Aaron (755) como de Barry Bonds (763). Aunque, definitivamente, seguir avanzando en la lista, no parece importarle demasiado.
«¿Qué, perseguir a Babe Ruth el año que viene? Dos años después, perseguir a Aaron y luego a Barry. Sería un anciano persiguiendo gente. Nunca he jugado a esto para batir récords», sentenció. «He terminado. Amo el juego, pero ya tuve suficiente. Tienes que preguntarte cuándo es suficiente».