Los minutos finales de los juegos de la NBA, más si están cerrados, pareciera que transcurren más lento. Es por esto que los Boston Celtics encontraron un método “efectivo” para acelerar el tiempo durante el último cuarto de sus juegos como local. En algún encuentro han conseguido que se dejen de jugar casi 30 segundos.
Antes de los dos minutos finales, el reloj del juego se pone en marcha después de cada canasta. No obstante, los 24 segundos de posesión no inician hasta que un jugador toca el balón. De esa manera, un equipo podría quedarse con el balón durante minutos al no estar obligado a recogerlo. Los Celtics se han dado cuenta de esto y lo utilizan para que los rivales tengan menos tiempo.
Técnica descubierta
Aaron Gordon, jugador de los Denver Nuggets, cometió una falta flagrante tras embestir a Grant Williams en un duelo que los Boston Celtics acabaron ganando por 131-112. Esa acción, producida a falta de 5:16 para el final, les permitió ‘ganar’ 10 segundos.
Miami y Orlando también fueron “víctimas” de Boston Celtics
En el encuentro frente a Miami Heat, el encargado de aplicar el “método” fue Marcus Smart. Para la primera acción, recortó 15 segundos de juego tras un ataque convertido por Jimmy Butler, la estrella del equipo de Florida.
Minutos más tarde, logró exprimir 12 segundos después de una bandeja anotada por Tyler Herro. Una suma de 27 segundos “ganados” durante el último periodo.
Durante las primeras semanas de la presente campaña esta técnica fue vista ante Orlando Magic y el protagonista fue el mismo Smart. Marcus dejó que el balón corriera durante 15 segundos tras un acierto de Paolo Banchero. Los árbitros, confundidos, hicieron sonar el silbato pese a que la acción era totalmente legal.