35% de los grandeligas criollos en 2023 vinieron a la LVBP para la 23-24

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Ronald Acuña Jr. / The Associated Press
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Sin el aliciente de un Clásico Mundial ad portas y una Serie del Caribe en suelo propio, la temporada 2023-2024 partía con desventaja para competir con la 2022-2023 en poder de seducción. Aun así, tuvo arrastre. De los 97 venezolanos diseminados sobre Major League Baseball este año, 34 vinieron a la ronda eliminatoria de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional LVBP, proporción equivalente a 35%.

Son cinco puntos porcentuales menos con respecto a la edición anterior, cuando 44 de 109 nativos con bandera del Big Show durante 2022 se acercaron a la Liga Venezolana de Beisbol Profesional, para 40% de presencia. De todos modos, este 35% de participación supera abiertamente el 21% de la contienda 2021-2022, si bien con la siguiente salvedad: la 23-24 fue la primera campaña con relaciones plenas entre LVBP y Las Mayores desde la justa 2018-2019. En la versión 2022-2023, Tigres de Aragua y Navegantes del Magallanes se beneficiaron tardíamente de la licencia por medio de la cual el gobierno estadounidense autorizó a MLB reanudar de sus nexos con turcos y bengalíes, los únicos clubes locales sobre los cuales aún recaía el veto impuesto a toda la Liga hace cuatro años.

Entre los 97 grandeligas criollos en la LVBP en 2023 están incluidos el lanzador Norwith Gudiño, quien fue subido por los Medias Rojas de Boston (aunque no jugó); el serpentinero Jesús Luzardo, nacido en Perú, de padres venezolanos y criado en Estados Unidos; y el infielder canadiense Abraham Toro, cuyos papás son de aquí. También fueron empadronados entre los 97 dos connacionales sin afiliación a la LVBP: el defensor del cuadro Luis Guillorme y el relevista Robert Suárez.

El concurso de los bigleaguers venezolanos en el campeonato nacional dejó para la posteridad un hecho sin precedentes: la activación de un Jugador Más Valioso de MLB -en ejercicio- dentro de la pelota local. Ronald Acuña Jr., el mejor pelotero de la Liga Nacional este año, disputó 21 compromisos durante el periodo ordinario.

El magnetismo de La Guaira en la LVBP

Ningún equipo motivó tanto a sus bigleaguers como los Tiburones de La Guaira. De los 13 peloteros litoralenses asignados a las mayores este año, seis se anotaron para el torneo 23-24 de la LVBP, para 46% de asistencia. Además de Acuña, flamante Más Valioso de la Liga Nacional, se apuntaron el infielder de los Reales de Kansas City Maikel García, el utility de los Bravos de Atlanta Ehire Adrianza, el también todoterreno, pero de los Yanquis de Nueva York Oswaldo Cabrera, el torpedero de los Guardianes de Cleveland Brayan Rocchio y el campocorto de los Dodgers de Los Ángeles Miguel Rojas. Acuña, García y Rocchio se coaligaron para promediar .397, con 72 anotadas y 48 remolcadas.

Entre los grandeligas ausentes estamos sumando al catcher Willson Contreras, quien en noviembre fue cambiado por los Tigres de Aragua a los escualos.

Durante la campaña anterior, 50% de los grandeligas criollos en ejercicio afiliados a los Tiburones se uniformaron con la novena salada. El conjunto costeño ha logrado mantener interesados a sus hombres del Big Show.

Maikel García
Foto: Fernando Oduber (Prensa Tiburones)

Bravos: pocos, pero selectos

Ninguna divisa de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP) acreditó a tan pocos efectivos ante la oficina del comisionado como Bravos de Margarita. Solo La Guaira tuvo mayor capacidad de acarreo.

De los siete delegados insulares al Big Show, tres, vale decir, 43% (contra 22 % en la 22-23) renovaron sus votos con su país de origen: el jardinero de los Reales de Kansas City Edward Olivares, el tirador de los Angelinos de Los Ángeles José Suárez y el catcher de los Medias Blancas de Chicago Carlos Jesús Pérez, acaso el grandeliga más determinante que tuvo el circuito con sus 49 remolques, cifra techo de la zafra. Olivares, por su parte, chocó para .341, con .901 de OPS, y Suárez dejó efectividad de 1.89.

Un jugador de las Mayores debe hacer diferencia, y los tres de Bravos contribuyeron a una de las mejores cosechas de la franquicia desde su mudanza a Margarita, hace 16 años. Los bigleaguers de Bravos operan como un partido de cuadros; pocos, pero selectos.

Magallanes: cubierta llena, bodega vacía en la LVBP

Los Navegantes del Magallanes fueron el equipo venezolano con más delegados ante MLB durante 2023. 19 turcos desembarcaron sobre las mayores este año, entre ellos astros como el bicampeón bate Luis Arráez y José Altuve. Reconciliados ya con Major League Baseball tras casi un lustro de ruptura, los corsarios esperaban una considerable afluencia de bigleaguers para el torneo 2023-2024. De los 19 aparecieron ocho, 42% del total.

Los grandeligas magallaneros firmantes del certamen 23-24 fueron el lanzador de los Marineros de Seattle Eduard Bazardo, el escopetero de los Marlins de Miami Enmanuel De Jesús, el taponero zurdo de los Padres de San Diego José Gregorio Castillo, el cañonero de los Gigantes de San Francisco Wilmer Flores (con 23 bambinazos y 136 de OPS en su haber este año), el receptor de los Atléticos de Oakland Carlos Pérez, el catcher de los Rays de Tampa René Pinto, el bombero diestro de los Cascabeles de Arizona (ahora de los Filis de Filadelfia) José Ruiz y el careta de los Marineros de Seattle Luis Torrens.

Por más que Flores, Pérez, Torrens y Pinto se combinaron para .281 de promedio, 56 anotadas, 13 cuadrangulares y 60 producidas; por mucho que José Gregorio Castillo fue uno de los apagafuegos siniestros más cotizados de la LVBP, La Nave se hundió sin que los grandeligas pudieran evitarlo.

Luis Torrens
Foto: Elio Miranda (Prensa Magallanes)

Aragua esperaba más

Eduardo Escobar fue el único grandeliga que le jugó a los Tigres la campaña anterior y solo pudo hacerlo hacia el final, cuando Major League Baseball desbloqueó el suministro de jugadores de su sistema hacia Maracay y Valencia. Uno de diez. Para este campeonato, la proporción de bigleaguers uniformados dentro del José Pérez Colmenares subió de diez a 36%.

Excelente, pero la gerencia esperaba más.

Cuando se diseñó el equipo para la 2023-2024, el presidente de los félidos, Víctor Zambrano, declaró que, si bien el roster fue pensado para funcionar sin piezas venidas del norte, había altas posibilidades de galvanizarlo con bigleaguers. Zambrano asomó la posibilidad de contar con Jesús Aguilar, Pedro Ávila, Yonny Chirinos, Eduardo Escobar, Thairo Estrada, Avisaíl García, Yonny Hernández y Sandy León.

En definitiva, asistieron Ávila, pitcher de los Padres de San Diego; Chirinos, quien dividió 2023 entre Bravos de Atlanta y Rays de Tampa; Yonny Hernández, infielder de los Dodgers de Los Ángeles; y Sandy León, careta de los Rangers de Texas. Chirinos y Ávila lanzaron bien, pero poco: 23 entradas y dos tercios. Hernández promedió .041 y perdió la titularidad del campocorto; y León, aún con su misérrimo .163 de average, elevó el nivel de los monticulistas con sus facultades de lazarillo detrás del home.

La paradoja del Zulia

Durante la temporada anterior, las Águilas del Zulia captaron a 73% de sus once grandeligas y fueron sotaneros. En la edición 2023-2024 de la LVBP ese porcentaje se desplomó hasta 33% y avanzaron a playoff. Amontonar agentes del Circo Máximo no es una fórmula infalible, aunque ayuda.

Solo tres de los nueve bigleaguers aguiluchos en 2023 se dignaron a bajar del Olimpo para la refriega 23-24 de la LVBP: el multipropósito de los Rays de Tampa Osleivis Basabe, el rescatista de los Rojos de Cincinnati Silvino Bracho y el infielder de los Padres de San Diego Rougned Odor. Basabe ligó para .305, con .358 de OBP; Bracho salvó siete partidos, con 0.91 de WHIP; y Odor, si bien hizo esperar a los rapaces hasta un juego extra para despachar su primer jonrón, se hizo sentir en esa colisión definitoria contra los Navegantes del Magallanes.

Silvino Bracho
Prensa Águilas

Caracas retrocedió, pero aguantó en la LVBP

Las quince cruces 15 caraquistas sobre el mapa MLB fueron superadas en la LVBP únicamente por las 19 marcas del Magallanes. Solo cinco quedaron impresas en la justa 2023-2024, para 33% de empadronamiento. En la campaña pasada, impregnada por el fervor del Clásico Mundial y la Serie del Caribe, 55,5% de los grandeligas capitalinos se aprontaron, entre ellos jugadores de elevado perfil como Eugenio Suárez y Gleyber Torres. Repetir eso era irreal.

Para esta disputa vinieron Orlando Arcia, campocorto titular de la Liga Nacional en el Juego de Estrellas de este año; Harold Castro, utility de los Rockies de Colorado; Freddy Fermín, puesto dos de los Reales de Kansas City; Oswald Peraza, infielder de los Yanquis de Nueva York; y Norwith Gudiño, escopetero de los Medias Rojas de Boston. De los cuatro bateadores, el único sobre .300 de promedio y .800 de promedio fue Castro. Gudiño, por su parte, experimentó un salto cualitativo dentro de la comunidad de relevistas del Caracas. Con menor proporción de bigleaguers, el Caracas quedó segundo en la tabla clasificatoria.

Cardenales: con o sin ellos

Cuando la ronda eliminatoria de la LVBP 2022-2023 concluyó, Cardenales de Lara podía ufanarse de ser uno de los tres elencos con menor abstención entre sus grandeligas, con 54,5% de presencia. Los Pájaros Rojos quedaron segundos. Al finalizar el periodo ordinario 2023-2024 bajaron hasta el penúltimo peldaño en entusiasmo de sus bigleaguers, pues acudió apenas 27% del universo ¿Se desbarrancó Cardenales? Nada de eso. Ganaron la rueda regular.

De los once cardenaleros habilitados bajo la Gran Carpa durante 2023, marcaron tarjeta el pitcher de los Reales de Kansas City Máximo Castillo; el infielder de los Nacionales de Washington Ildemaro Vargas y el defensor del cuadro de los Cardenales de San Luis Juniel Querecuto. Ninguno defraudó. Castillo, con récord de 5-0 y 2.72 de efectividad, debería ocupar el segundo puesto en la votación para el Pitcher del Año. Vargas dejó .310 de promedio y .384 de OBP; y Querecuto sacó cinco pelotas, empujó a 25 compañeros y tuvo .846 de OPS. La calidad primó sobre la cantidad.

Juniel Querecuto
Foto: @mlbtraderumors

Anzoátegui perdió su imán

Puerto La Cruz es un destino cada vez menos apetecido por los bigleaguers. Hace dos temporadas, 66,6% del cuerpo élite de Caribes acató el llamado a filas. La campaña pasada el interés cayó a 30%. Y para la 23-24 el pie de fuerza de MLB se contrajo a 22%, pues solo dos de nueve se acuartelaron en el Chico Carrasquel. Fueron ellos el relevista de los Rojos de Cincinnati Eduardo Salazar y el patrullero de los Padres de San Diego José Azócar. La directiva confiaba en la respuesta positiva de Rafael Ortega, Andruw Monasterio, Mauricio Llovera, Andrés Machado y Diego Castillo. Por distintas razones, todos ellos se ausentaron y Anzoátegui tuvo su peor cosecha desde la 2009-2010. Caribes no exporta grandeligas en masa, pero es especialmente sensible a sus ausencias.

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