Venezuela eliminada, Trea Turner envió a Estados Unidos a semifinales

Jose Angel Rodriguez
Jose Angel Rodriguez
@ESPNStatsinfo
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Un grand slam de Trea Turner ante Silvino Bracho en la octava entrada volteó la pizarra a favor de Estados Unidos para ganarle a Venezuela 9-7 y avanzar a las semifinales del Clásico Mundial de Beisbol. Los actuales campeones del certamen ahora continuarán la defensa de su cetro ante Cuba, el domingo, para buscar un boleto hacia la Gran Final.

Turner, que en el receso de temporada firmó un contrato por 300 millones de dólares con Filis de Filadelfia y alineó como noveno en el orden al bate del equipo norteamericano, disparó el primer jonrón con bases llenas para dar ventaja a una selección más allá del sexto episodio en la historia del torneo, de acuerdo a los registros de ESPN.

El torpedero saludó al diestro Bracho, que heredó sin outs los tres corredores en circulación del zurdo José Quijada, con un soberbio estacazo de 407 pies de distancia hacia el jardín izquierdo del loanDepot Park de Miami, abarrotado con la presencia de 35 mil 792 aficionados, la mayoría de ellos venezolanos. En cuenta de cero bolas y dos strikes, el relevista zuliano dejó un cambio de velocidad en el medio del plato que el paleador no perdonó con una velocidad de salida de 103.3 millas por hora, para esfumar la diferencia criolla de 7-5 hasta ese instante.

«Individualmente, creo que este es probablemente el mayor hit que he dado», admitió Turner a MLB Network. «Como equipo, creo que estableces una meta, y queremos ganar todo. Aún no hemos terminado. Me alegro de que hayamos ganado y podamos seguir luchando por ese objetivo. Pero personalmente fue bastante grande para mí».

Estados Unidos liberó su ofensiva con 15 hits. Kyle Tucker triplicó en cinco turnos con vuelacerca y doble (ambas conexiones ante Luis García, su compañero de Astros de Houston), además de dos carreras empujadas; mientras que Paul Goldschmidt, Nolan Arenado y J.T Realmuto duplicaron.

«Este es uno de los mejores juegos de los que he sido parte«, expresó el mánager Mark DeRosa en la rueda de prensa posterior al encuentro, de acuerdo a declaraciones publicadas por Sarah Langs. «Fue hermoso, el ambiente y mis jugadores enloquecidos con el batazo de Turner. Increíble«.

Duelo de poder a poder

La toletería estadounidense ejecutó a la perfección el plan de atacar temprano al abridor Martín Pérez y le despidió rápido con imparables consecutivos de los cinco primeros bateadores del encuentro. Un racimo de tres anotaciones fue la consecuencia directa de esa hemorragia, contenida por José Ruiz. Venezuela remó a contracorriente, pero demostró aplomo y gallardía para hacerle frente al Tío Sam.

Luis Arráez tuvo la noche de su vida en el parque que será su hogar a partir de esta temporada. De acuerdo a un dato de Langs, el vigente campeón bate de la Liga Americana nunca ha bateado dos cuadrangulares en un juego ni en Grandes Ligas (389 encuentros) ni en Ligas Menores (369), pero el yaracuyano fue capaz de hacerlo la noche del sábado, convirtiéndose en el primer venezolano en la historia del CMB con un encuentro de múltiples bambinazos. El primero fue ante Lance Lynn con José Altuve en circulación para recortar distancias 2-3 tan pronto como en el primer tramo.

Mookie Betts en el cuarto capítulo, con corredores en tercera y segunda, aprovechó que sólo había un hombre fuera y mostró sus dotes de bateador élite con un elevado de sacrificio en cuenta de 0-2, frente al piggy back forzado, García. Un inning después la diferencia se amplió a tres carreras con el jonrón de Tucker ante su cofrade sideral. Fue entonces cuando llegó el acto que elevó la ilusión venezolana.

Rally de cuatro anotaciones en el quinto episodio le dio la delantera por primera vez en el desafío al Team Venezuela con Daniel Bard como uno de los principales coautores. El diestro tuvo una aparición esperpéntica como primer relevista del iniciador Lynn; no retiró a ninguno de los cuatro bateadores que enfrentó, realizó 17 envíos -solo siete en strike- otorgó un par de boletos, tiró dos wild pitch y lesionó a Altuve golpeándolo en la mano derecha, obligando la salida del camarero en el encuentro y prendiendo las alarmas en las oficinas de Houston, desde donde darán un reporte oficial de su estado el domingo.

Salvador Pérez causó la ebullición del feudo floridano con un tubey contra Jason Adam que igualó el marcador 5-5, justo antes que Ronald Acuña Jr. emulara a Betts con fly de sacrificio a la pradera central que fletó desde la antesala a Arráez con la de ventaja momentánea. Precisamente Arráez, ligó el segundo de sus cuadrangulares ya en el séptimo, contra David Bednar, en lo que parecía ser la carrera de la tranquilidad, pero no fue así.

Fatídico octavo para Venezuela

Luego de ingresar en el séptimo inning con dos outs y hombres en las esquinas para tomar el testigo del lanzallamas Carlos Hernández, el siniestro Quijada recetó cantado al hasta ese momento del encuentro, indomable bateador zurdo Tucker.

Para el octavo, Quijada recibió la venia del piloto Omar López para seguir en la loma, pero caminó a Tim Anderson, permitió un podrido de Pete Alonso -como emergente- que cayó en el jardín derecho y golpeó a Realmuto para congestionar los cojines y dejar la dolorosa escena servida, para la llamada al bullpen a Bracho y el posterior jonrón de Turner.

«Después que recibió el sencillo bloop de Alonso, decidí dejarlo también contra Realmuto (a pesar de ser bateador derecho) porque por lo que yo he visto en estos últimos dos años en los splits no es tan efectivo contra zurdos, es indiferente«, explicó el estratega en la conferencia de prensa posterior. «Quería que sacara al menos un out más para ver si me daba chance de traer a Alvarado, tomando el riesgo, porque si Alvarado sacaba uno o dos outs ya no podía volver para el noveno porque (por limitaciones) solo podía enfrentar a cuatro bateadores. El que estaba listo era Bracho y por eso lo traje a él».

Venezuela cayó víctima del formato de muerte súbita a partir de la segunda ronda, a pesar de haber culminado la primera fase invicta. Se sabía que la única forma de quedar campeón por primera vez en la historia del torneo, solo sería posible sin perder ningún duelo y manteniendo el eficaz nivel del bullpen durante los primeros encuentros, aún cuando siempre se supo que en el papel era el eslabón más débil de la selección. Por ahora, el objetivo mundial seguirá pendiente.

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