Un club díscolo, antisistema y muy de izquierda. El Unión Berlín siempre a contracorriente, pero con una hinchada forjada en el acero y la sangre. ¿Clubes progresista o de extrema izquierda? Hay varios famosos: St. Pauli (Hamburgo, Alemania), Livorno (Italia) o Rayo Vallecano. Usualmente los «acereros» son noticias por su fanaticada o su pensamiento contra el capitalismo. Pero hoy en día lo son por usurparle el trono al Bayern Múnich y restos de gigantes de la Bundesliga. Los berlineses son líderes en solitario con 20 puntos, tras nueve fechas.
En este gran rendimiento mucho ha tenido que ver el rendimiento del delantero Sheraldo Becker. El surinamés suma seis goles y ha repartido tres asistencias. Como es habitual en la política de fichajes del Unión, el ex Ajax y ADO De Haag llegó libre. También tienen en su plantilla al mundialista Genki Haraguchi, en ese buen vínculo que hay entre los japoneses y la Bundesliga. Como dato curioso cuentan en sus filas con Rani Khedira, hermano de Sami, ex Real Madrid y campeón del mundo.
El orgullo de Berlín
Mientras que Hertha Berlín gasta fortunas y acumula fracasos. El Unión se pasea por el continente. El año pasado estuvieron en la Conference League, en este compiten en la Europa League. Todo a pesar de ser una institución que no supera los 40 mil socios y que hasta no muchos años estaba en el infrafútbol germano. Pero el cariño de su afición fue fundamental. Una hinchada que en la época de la República Democrática Alemana estaba en el ojo de mira de la Stasi, órgano de inteligencia del Estado.
“El muro debe caer”, era una frase frecuente en los tiro libres, en referencia al Muro de Berlín y como estaban en contra de la división. Incluso, Reuters, reseñó que a muchos les llegaron a negar solicitudes de trabajo por ser afines al Unión Berlín. Un cuadro que hace vida en el distrito berlinés de Köpenick y por lo antes expuesto aglutinó a los grupos disidentes de la sociedad como los punketos. En su regreso a la Bundesliga, sus hinchas tuvieron un bonito gesto con sus familiares muertos.
Del foso a la cima
En el pasado mercado de fichajes tuvieron un saldo positivo de casi 10 millones de euros. Su valor de mercado es de 104.300 millones deuero, según Transfermarkt. Para dimensionar, Jamal Musiala y Joshua Kimmich, del Bayern Múnich, cada uno está tasado en 80 millones. Pero el actual líder de la Bundesliga casi desaparece en el curso 2004-05, al no contar con los 1,46 millones de euros que pidió la Federación alemana para el registro en la liga regional. Sus hinchas reunieron el dinero mediante donaciones de sangre, que en Alemania son remuneradas ¡¿Si eso no es amor, qué será?!
En 2008 requirieron de otro apoyo de su hinchada: tenían que reformar el estadio An der Alten Forsterei. Un total de 2000 fanáticos destinaron 140.000 horas de trabajo, de su tiempo libre y sin cobrar, para llevar la obra a cabo. El recinto se vendió a los aficionados, luego de partir la propiedad en 10.000 acciones, con el valor de 500 euros cada y con el límite de comprar de 10 per cápita. Una infraestructura donde se reúnen, en diciembre, a escuchar villancicos y donde vieron con sofás el Mundial de 2014. ¿Será el nuevo Leicester City? Difícil que luego de 34 fechas Bayern no gane su undécimo título consecutivo, pero lo del Unión ya es un gran logro.