La Eurocopa Femenina 2022, disputada en Inglaterra, marcó una pauta. Demostró que el fútbol practicado por damas sigue en crecimiento. Con Wembley como marco, las inglesas le quitaron un invicto a Alemania en finales, que de ocho había ganado ocho en las 13 ediciones del certamen. Lideradas por la neerlandesa Sarina Wiegman. Otra mujer que triunfa en los banquillos y las cifras son claras: las siete últimas Eurocopas, cinco de los seis últimos Mundiales y los últimos cinco Juegos Olímpicos, todas con una DT femenina alzando el trofeo.
“El legado de este torneo (Eurocopa) es el cambio en la sociedad. Hemos conseguido unir a todo el mundo y llenar los estadios. Ahora queremos que la gente venga a los partidos de liga”, concluyó la capitana inglesa, Leah Williamson. Esta Eurocopa acabó con una sequía de títulos que databa desde Mundial (masculino) de 1966, también como locales. Las mujeres sacaron la cara por el país que inventó el fútbol.
Cifras de la Eurocopa
En el debut del torneo, entre Inglaterra y Austria asistieron 68.871 personas a Old Trafford. Todo comenzó con buen pie. Mientras que la final en Wembley batió récords con 87.192 hinchas, la mayor cantidad para un partido de Eurocopa, tanto en femenino como en masculino. Su emisión fue la más vista del año en la BBC para la televisión de Reino Unido, con un pico de 17,4 millones de espectadores. Al final a los estadios asistieron un total de 574.875 de fanáticos.
Esto no fue obra de la buena voluntad, sino de un buen trabajo de los entes rectores que se vio reflejado en esta Eurocopa. Los diferentes tipos de organizaciones e instituciones, como los clubes, la UEFA, la FIFA, los medios de comunicación y los patrocinadores han comenzado a poner esfuerzo en el femenino”, le explicó Nadine Kessler, quien lidera el departamento de fútbol para mujeres de UEFA, para El País.
Cambio de percepción
El fútbol femenino en Inglaterra no siempre tuvo apoyo y reconocimiento. Incluso la FA lo prohibió por 50 años desde 1921. Cuando este veto se levantó fue dirigido por un grupo de voluntarios. «Este éxito se debe a la determinación de los hombres y mujeres de la Federación Femenina de Fútbol de no darse por vencidos”, expuso Pat Gregory, exsecretaria del órgano rector, a The Athletic. La consagración en la Eurocopa solo fue el colofón de años de trabajo a contra corriente.
“Nuestras niñas jugaban en clubes de niñas y entrenaban dos veces por semana. La comparación estaba a millas de distancia. No es de extrañar que Alemania haya ganado seis campeonatos seguidos. Me fui a Alemania. Desde los 13 años, estos jugadores levantaban pesas y eran especímenes físicos a los 13, 14, 15. Pensamos: ‘Tenemos un largo camino por recorrer’”, confesó Brent Hills, quien fuera parte del CT de Inglaterra por varios años, en un reportaje de The Athletic. Pero la inversión en categorías menores y la creación de una liga profesional acortaron las brechas, e hicieron posible un triunfo ante Alemania.
«El fútbol femenino, o sea, el fútbol, ya nunca será igual. Porque el gran público ha descubierto que las mujeres también corren, también combinan, también reaccionan tácticamente, controlan, templan, chutan, driblan (¡ay, Athenea, cuánto machote quisiera regatear como tú!), también se pelean, discuten, dan codazos y hasta hacen teatro si es necesario. Es decir, también juegan al fútbol», escribió Walter Oppenheimer Salinas para El País, en sus columnas. Nunca se olvidará la celebración de Chloe Kelly en el gol que dio la Eurocopa a Inglaterra, donde se quita la camisa. Ese sencillo gesto de júbilo marcará una pauta.